Buenos Aires tiene atractivos turísticos que se destacan por sus imponentes construcciones, con diferentes estilos y de diversas épocas, todas con su encanto, misterio y espíritu particular. Entre los “gigantes” bonaerenses destacamos Campanópolis y Castelforte, dos construcciones que enarbolan el estilo medieval en los distritos de La Matanza y Almirante Brown respectivamente.
Campanópolis es una aldea con espíritu del medioevo está formada por un grupo de construcciones unidas a través de callejuelas adoquinadas, pasajes, recovecos y lugares secretos que representan estilos diversos del medioevo europeo.
Emplazada en González Catán, a 30 minutos de la Capital Federal, Campanópolis representa la creatividad de su creador Antonio Campana, quien hace más de cuarenta años encontró en la construcción de este reducto un pasatiempo para paliar las consecuencias de una dura enfermedad que le tocó atravesar.
Antes de la pandemia, el sitio recibía curiosos turistas de distintas provincias del país y público internacional, principalmente desde Brasil.
En la aldea se pueden recorrer las doce “Casitas del bosque”, rodeadas de fuentes, lagos, puentes de quebracho, pequeñas islas, muelles, un molino de viento holandés, una capilla colonial y una locomotora con vagones. Además se puede visitar el museo de “Las Rejas” o “Ferroteca”, el pasaje del Búho, el “Museo de los Caireles”, el cabildo, la “Cascina”, la casa Proa de Barco y numerosos espacios secretos.
CASTELFORTE.
En 1874 el arquitecto genovés José Canale, quizás el más vanguardista de la época, inició la construcción de su propia casa, emplazada en el distrito bonaerense de Almirante Brown, de estilo italiano, la conoce como “Villa Castelforte” y está inspirada en un palacio de estilo bizantino, construido en el siglo XIII en Venecia, donde Canale había vivido.
La edificación, de la cual sólo se conserva la parte llamada “Venezia”, está emplazada en el medio de un extenso parque limitado por las calles Cerreti, Brown y Rosales, protegida por una imponente combinación de muros y rejas.
En 1983, Castelforte fue adquirido por sus actuales dueños, la asociación sin fines de lucro “Nativos de Almirante Brown”, que evitaron la destrucción del gigante en 1947 por considerarla una reliquia histórica inigualable.
Uno de los máximos atractivos de Castelforte son los túneles que construyó el propio Canale. Si bien hoy no tienen su extensión original de 100 m. iniciales, los 50 que aún conservan atrapan a los turistas y son escenario de miles de historias.
Hay muchas conjeturas sobre los túneles. Se dice que Canale recorría los 100 m. que lo depositaban en la plaza para lanzar cañonazos en fechas patrias, aunque todo indica que la idea de la obra fue recrear las catacumbas.
Otra versión sostiene que el túnel unía Castelforte con el hotel Las Delicias, también construido por Canale y un lugar muy conocido por el escritor Jorge Luis Borges que lo elegía para veranear.
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