Islandia, donde reina la naturaleza
- Reikiavik: la capital de Islandia, con sus casas de láminas de hierro ondulado tradicionales y modernos; y los balnearios o piscina pública de agua caliente, como Blue Lagoon, distante a 40 km.
- Reikiavik: la capital de Islandia, con sus casas de láminas de hierro ondulado tradicionales y modernos; y los balnearios o piscina pública de agua caliente, como Blue Lagoon, distante a 40 km.
- Excursiones cercanas: la península de Snæfellsnes es una “Islandia en miniatura”, donde encontrar un parque nacional, un estratovolcán y un glaciar.
- La naturaleza: los Fiordos del Oeste, con imponentes acantilados (como el Hornbjarg, de 534 m.) poblados de aves; el géiser más caudaloso de Europa, Deildartunguhver; Ísafjörður, el punto de partida para excursiones a pie, en kayak o en barco; las cadenas montañosas del norte que deparan desafíos extremos; el parque nacional más grande de Europa, morada de Vatnajökull, el mayor campo de hielo que existe fuera de los polos; las cascadas del sur, siendo Gullfoss la reina indiscutible; y los géiseres en Geysir.
- Circuito por Islandia: por la carretera de Circunvalación es posible acceder a buena parte de los atractivos del país. Cubre 1.330 km. rodeando Islandia y se puede hacer en vehículo alquilado.
- Aurora boreal: como otros países que bordean el Polo Norte, Islandia es una buena ventana para contemplar la aurora boreal. Lo interesante es que se puede apreciar desde la capital.
- Distritos: el centro de la capital japonesa está compuesto por 23 distritos en los que conviven 12 millones de personas. Lo aconsejable es, al menos durante la primera jornada de la estadía, tomar una excursión y obtener un pantallazo general.
- Puntos panorámicos: el edificio del Gobierno Metropolitano que tiene dos torres y es de acceso gratuito; la Torre de Tokio, con un diseño inspirado en la Torre Eiffel, con proyecciones de mapping, exposiciones y un área de lookdown windows ideal para los más osados; y Tembo de la torre Skytree.
- Opulencia tecnológica: el área comercial de Ginza, de amplias avenidas con enormes letreros luminosos, es donde el poderío tecnológico se muestra con opulencia.
- Cruce de Shibuya: famoso por ser el más atestado del mundo.
- Jardines y parques: el Jardín Nacional Shinjuku, el Jardín Oriental del Palacio Imperial, el Parque Yoyogi y el parque de Ueno.
- Templos: el Asakusa Kannon es el principal templo sintoísta, el santuario Meiji, Sensoji, el santuario Hanazono, el Hie Jinja, el templo Sorenji y el santuario Toshugu.
- Especies únicas en el mundo: tortugas gigantes, cormoranes no voladores, fragatas e iguanas, entre muchas otras.
- Estación Científica Charles Darwin: ubicada en la isla Santa Cruz, representa un excelente preámbulo para introducirse en el mundo de las tortugas gigantes.
- Descubrir a las tortugas en su hábitat natural: en Santa Cruz, hay que salir unos kilómetros del pueblo, y ascender algunos metros por las tierras fértiles y húmedas para toparse con ellas.
- Tour de la Bahía: paseo embarcado en la isla Santa Cruz, permite acercarse a la lobería, descubrir a las aves de patas azules, los cangrejos de colores brillantes y tiburones arrecifes. También cabe la posibilidad de hacer algo de esnórquel.
- Relax en la playa: Tortuga Bay, en la isla de Santa Cruz, es un destino que vale la pena. De arenas suaves y mar sosegado, es el premio al esfuerzo que representa caminar –o correr- 2,5 km. por un sendero bien hecho, entre cactus y rocas volcánicas.
- Islas: Santiago (rocas volcánicas, costas de arena oscura y picos que dejan ver sus cráteres), Rábida (playas de arena rojiza y cientos de especies de aves), Isabela (caminata hasta el volcán Alcedo para ver a las tortugas gigantes y la bahía Urbina, para admirar las iguanas terrestres) y Bartolomé (observar a los pingüinos de Galápagos).
- Zagreb: hay dos caras de la capital: “Donji Grad” o ciudad baja y “Gornji Grad”, la ciudad alta. La primera es sinónimo de pintorescas y tranquilas plazas; mientras que “Gornji Grad” es la faceta clásica de Zagreb. Para subir a la zona alta se puede tomar el funicular, construido en 1891. La Torre Lotrscak, construida como defensa de la urbe, es el sitio ideal para tener una vista completa. La plaza San Marcos, el Palacio del Ban, el Parlamento, la Iglesia de San Marcos y el Museo de las Relaciones Rotas, son otros atractivos.
- Split: construida dentro de un antiguo palacio romano del siglo IV, Split es hoy una ciudad juvenil, viva y encantadora. Habrá que perderse por el centro histórico y los restos arqueológicos del Templo de Júpiter y el Mausoleo de Diocleciano.
- Dubrovnik: una típica muralla medieval, el casco histórico, la calle Stradum (eje principal de la urbe), la segunda sinagoga más antigua del mundo y el Warphoto, un museo fotográfico de los años bélicos, son los imperdibles, al igual que sus playas.