Más allá de la belleza de su capital, la provincia de Buenos Aires también es dueña de fascinantes lugares naturales para hacer escapadas de fin de semana, en su mayoría desconocidos entre los viajeros. Desde postales de montaña a imponentes cascadas naturales, las opciones en esta región abundan.
Además, se trata de atractivos naturales gratuitos, sin necesidad de hacer reservas con anticipación. A continuación, te presentamos estos 5 mágicos atractivos naturales de la provincia de Buenos Aires.
1- Cascada Cifuentes, el mayor espectáculo natural en la provincia de Buenos Aires
En primer lugar nos encontramos con la atrapante cascada Cifuentes, la más alta de la provincia de Buenos Aires que te espera en tus escapadas.
Con un salto de agua que alcanza los 8 m. de altura, se trata de un atractivo natural digno de admiración, situado entre los partidos de Coronel Dorrego y Tres Arroyos.
La cascada se complementa con una bella bajada que deriva en una pequeña playa de arena, donde los visitantes pueden acercarse a descansar y disfrutar del ruido de las aguas.
Los más aventureros también optan por la práctica de deportes náuticos como kayak, trekking o hasta natación, preferentemente con el clima del verano.
2- Diferentes atractivos en la Reserva Natural Sierras Grandes
La Reserva Natural Sierras Grandes es otro atractivo espacio natural de la provincia de Buenos Aires, declarado de interés Turístico Provincial y Municipal.
Se trata de uno de los lugares más visitados en la provincia, con cerros que sobrepasan los 1.000 m de altura, cascadas y cuevas de gran importancia arqueológica.
Entre sus atractivos naturales más populares podemos mencionar:
- Cascada Escondida: bordeando el cauce de un arroyo a través de un ascenso suave, se arriba a una cascada con piletas naturales de distintas profundidades.
- Cueva Florencio: comienza en vehículo 4x4 y continúa a pie llegando a una cueva donde se pueden contemplar las huellas de los primeros pobladores.
- Piletón Grande y recinto de Piedra: permite observar el proceso de erosión que sufrieron estas sierras durante millones de años, se llega a una pileta natural de 50 metros de largo con una profundidad máxima de 14 m.
- Paredes Rosas: bordeando el arroyo San Bernardo, se interna en un cañadón enmarcado por inmensos paredones, para descubrir distintas piletas naturales.
- Cascada Grande: una caída de agua de 6 m. de altura y un piletón de 4 m. de profundidad.
3- Descubrir la biodiversidad de Mar Chiquita
Si lo que se busca es paisajes faunísticos, entonces la Reserva Natural de Mar Chiquita es el lugar que estabas buscando para hacer tus escapadas en Buenos Aires.
Formada por un paisaje de playas, médanos, arroyos, talares y praderas húmedas, Mar Chiquita es el hábitat de flamencos rosados, rayadores y cangrejos.
Se trata de un lugar al que llegan cientos de aves año tras año, dando lugar a características postales que enamoran a los viajeros.
Además, en esta reserva reside la única albúfera de Argentina, un fenómeno poco frecuente en el mundo. Se trata de una laguna litoral costera dispuesta paralela al mar, con aguas saladas y salobres, separada por una cadena de médanos y unida al mar por una boca.
4- Conocer el Parque Nacional Ciervo de los Pantanos
Continuamos con el Parque Nacional Ciervo de los Pantanos, un espacio ideal para hacer escapadas familiares a pocos km. de la ciudad de Buenos Aires.
Entre atractivos senderos, los visitantes de este parque podrán conocer la biodiversidad del delta, hacer picnic y encontrarse con su principal protagonista: el ciervo de los pantanos.
Muchas veces, estos ciervos pueden estar escondidos entre los pastizales pampeanos y las lagunas, por lo que se recomienda llevar binoculares.
Además, desde este parque nacional también está el acceso al embarcadero Paraná de las Palmas, un divertido paseo para hacer con la familia.
5- Olla del Napostá, una maravilla desconocida
Finalmente llegamos a la olla del Napostá, un atractivo natural tan maravilloso como desconocido en la provincia de Buenos Aires.
Si bien no destaca por su altura (tan solo 3 m. de altura), esta olla resalta por su belleza natural, donde encontramos una tenue cascada que desemboca en una curiosa olla de aguas doradas, influidas por el reflejo de la luz.
Situada en los alrededores de Sierra de la Ventana y Tornquist, para llegar a la cascada hay que recorrer una hora y media de caminata entre pequeños piletones y grandes paredes.
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