Conocer Los almacenes de campo en la Provincia de Buenos Aires puede convertirse en una alternativa más que interesante en el universo de las escapadas. Siempre queda un ratito en el paseo para ir a comer y probar productos regionales, llevar a casa un sabor local o sentarse a disfrutar el pulso del pueblo que estás visitando.
Almacenes de campo hay muchos. En Viajando seleccionamos los 5 mejores, ideales para probar delicias, sacar fotos y conocer el patrimonio de la provincia.
1.Escapadas en Tandil: Época de Quesos, un clásico para volver y recomendar
El recorrido puede comenzar por el centro histórico. Desde la Plaza Independencia, la Iglesia Santísimo Sacramento y el edificio de la Municipalidad que destaca por su arquitectura francesa y el pasaje que con sus bellos jardines y estatuas lo conectan con el bar Antonio, que regala una de las mejores vistas del centro de Tandil.
En el centro de Tandil, alrededor de las manzanas históricas, Época de Quesos, es un almacén de campo que vende los mejores productos regionales y ostenta un restaurante de especialidades que se destaca tanto por su singular ambientación, como por la alta calidad de sus preparaciones.
Pastas, fondue, ensaladas, platos al horno de barro se funden con una ambientación donde conviven desde un auto de 1920 hasta cacharros de porcelana de las estancias bonaerenses y carteles de publicidad antiguos.
Época de Quesos es uno de los imperdibles de Tandil, tenelo en cuenta para tu próxima visita.
2. Almacén La Paz de Roque Pérez: un destino para descubrir en la Provincia de Buenos Aires
Roque Pérez tiene atractivos todo el año, pero en primavera y verano se disfruta al máximo la vida al aire libre, combinada con una excelente oferta gastronómica.
El almacén de ramos generales La Paz tiene una larga historia en 1848, en donde más tarde se fundó el almacén "La Paz", en territorio que luego sería Roque Pérez, hubo una pulpería cuyo permiso fue otorgado por Juan Manuel de Rosas.
El documento decía "Buenos Aires, abril 8 de 1848: se concede y otorga permiso al señor N. Viruga para establecerse con una pulpería en jurisdicción del fortín Monte; siempre que no sea administrada por ningún salvaje e inmundo unitario".
A Roque Pérez se lo conoce como el destino donde los almacenes de campo son la punta de lanza de varias actividades y propuestas de sabores, aromas y tradiciones. aquí podrás degustar comida de tradición en el salón interior o en las mesas dispuestas en el campo que rodea la construcción. Una propuesta familiar imperdible.
En el centro de la ciudad la historia convoca hasta el Museo Casa de la Infancia del General Juan Domingo Perón.
El Rancho, como se lo conoce, fue testigo del nacimiento del segundo hijo del Coronel Mario Tomás Perón y su esposa, Juana Sosa, el 7 de octubre de 1893, quien dos años después sería anotado en la ciudad de Lobos, ya que en su cuartel no había registro Civil.
3. Escapadas foodies: ¿cómo es el Almacén Fronteras, un clásico de Tomás Jofre?
El almacén Fronteras es un antiguo almacén de ramos generales que desde 1948 se ha convertido en un clásico de Tomás Jofré. En 2023 ganó el premio "Traveller's Choice" de Tripadvisor.
Sus preparaciones de campo con fiambres, quesos, dulces, carnes y pastas son garantía de calidad, además del almacén Fronteras se diversificó y abrió una espectacular parrilla de campo que se complementa a la perfección con la propuesta histórica.
Además de su deliciosa gastronomía, Tomás Jofré tiene un montón de actividades en un entorno con encanto para pasar un día hermoso en pareja, con amigos o en familia.
Los fines de semana en la plaza central del pueblo se arman ferias artesanales y stands que venden productos típicos de campo de elaboración local, como embutidos y dulces.
En la Estación date una vuelta por el Mercadito Sustentable de Campo, una opción que nació en la pospandemia como oferta de productos agroecológicos y que no para de crecer desde sus inicios.
4. San Antonio de Areco: los mejores almacenes de campo de la Provincia de Buenos Aires
En la esquina de las calles Don Segundo Sombra y Zapiola levanta sus paredes descascaradas una casa de altos. De perfil inclinado como la italiana Torre de Pisa - desde afuera se ve la curvatura de la pared -, su revoque de época, su techo original y sus dos salones resisten el paso del tiempo.
Lugar de culto, nadie que pase por Areco puede dejar de conocer el almacén de comestibles y bebidas, el Boliche de Bessonart donde solían encontrarse los paisanos y la gente de campo de la zona.
Don Segundo Ramírez, el gaucho que después fue personaje de la novela de Ricardo Güiraldes ( Don Segundo Sombra) solía parar en este almacén. Hoy continúa siendo lugar de encuentro y tiene una larga historia de personajes típicos de los pueblos de campo.
En San Antonio de Areco hay muchas actividades para hacer en familia. La visita al boliche de Bessonart es una alternativa ideal para ir con amigos, en grupo o solos a descubrir el ritmo y el color del pueblo.
Fernet, cerveza, vino o ginebra con sandwiches de crudo y queso o empanadas están a la orden del día. Por la tarde, los turistas toman mate cocido con pastelitos o alfajores de la chocolatería arequense La Olla de Cobr.
Los fines de semana por la noche llegan los jóvenes. En los días de desfile, los gauchos llegan a caballo para tomar una copa.
5. Escapadas: Cañuelas, un nuevo destino con almacén de campo y mucho más
En Cañuelas, se conjugan las actividades de campo, la historia y la cultura local a solo 65 km. del centro de Buenos Aires. Se trata de uno de los pueblos que integran el Corredor Gastronómico de la Ruta 205 que incluye una variadísima oferta principalmente parrillas y asadores criollos a la leña.
En este sentido, el multiespacio Rogelia vale una visita ya que se trata no solo de una parilla-restaurante con cortes de alta calidad y deliciosos platos caseros.
También es un local de diseño y un almacén de campo "El Mojón" en el mismo predio que Rogelia que deleita no solo el paladar sino todos los sentidos del visitante.
Está ambientado como almacén de campo y entre estanterías con tejidos, velas, conservas y cerámica de autor podemos esperar que nos llamen para otorgarnos la mesa en el salón del restaurante, si no hemos reservado.
El paseo y las compras son el complemento ideal de una escapada gastronómica donde las pastas, las carnes y los vinos de calidad ofrecen una experiencia gastronómica de campo con un destacado toque gourmet.
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