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Etihad Airways, una experiencia 5 estrellas

La joven aerolínea emiratí ostenta un servicio de gran calidad, destacándose una premiada Business Class donde el pasajero recibe una atención verdaderamente personalizada.

Creada a mediados de 2003, la aerolínea nacional de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) se ha convertido en una de las compañías áreas de más rápido crecimiento en la historia de la aviación comercial. Es, también, una de las más premiadas, con siete distinciones anuales consecutivas recibidas como “Aerolínea líder en el mundo” en los World Travel Awards (WTA).

Con base en Abu Dhabi, capital de los EAU, y una flota de 120 aeronaves de última generación, EY vuela hacia más de 110 destinos en el mundo, incluyendo –desde junio de 2013– San Pablo, su primer destino en América Latina.

La ruta a Brasil, diaria y sin escalas desde Abu Dhabi, es operada con aeronaves Boeing 777/300 ER configuradas con tres clases de servicio: ocho plazas en First Class, 40 en Business y 282 en Economy.

A continuación, la experiencia de un vuelo GRU-AUH en Business Class.

EN TIERRA.

Etihad opera desde la flamante Terminal 3 del Aeropuerto Internacional de Guarulhos, lo que no deja de ser una gran ventaja frente a las restantes instalaciones, grises y obsoletas.

El chequeo en la fila de Business Class fue muy rápido y expeditivo. En un par de minutos tenía mi boarding pass en mano (8-A). Las filas de Migración y Seguridad resultaron veloces y, faltando dos horas para la hora de partida, disfruté de las comodidades salón VIP GRU, amplio y con todos los servicios propios de este tipo de espacios, incluyendo comidas frías y calientes, bebidas con alcohol, conexión wi-fi de alta velocidad y duchas.

El embarque se produjo en tiempo y forma, con preferencia de abordaje para los pasajeros de First y Business.

El avión lucía limpio, con el personal de cabina sonriente y ofreciendo casi de inmediato jugos y champagne francés Jacquart.

La puerta se cerró a la hora indicada (23.30), dando comienzo a una lujosa travesía.

EN VUELO.

La configuración 1-2-1 de la cabina Ejecutiva da a todos los pasajeros la ventaja de la salida directa al pasillo y dos baños situados en la parte delantera.

Los asientos tienen una reclinación de 180º, puerto USB, toma eléctrica y un moderno sistema de entretenimiento a bordo (e-Box) con pantallas LCD de 15 pulgadas provisto con unas 650 horas de música, películas, programas de TV, estaciones de radio y juegos interactivos on-demand. El menú fílmico incluye los últimos estrenos de Hollywood junto a títulos europeos, asiáticos y árabes.

El nécessaire, modelo recientemente relanzado, consta de estuches de diseño moderno con productos faciales naturales de la firma londinense Scaramouche + Fandango y una guía de viajes de lujo Luxe con información sobre los principales destinos de la red de la compañía.

Etihad dispone de esta cabina de una carta denominada "Dine Anytime", o sea que el pasajero puede elegir los horarios en que desea comer.

A lo largo de todo el vuelo están disponibles jugos, yogures, cereales, huevos revueltos, sándwiches calientes de pollo y tartas de carne y hongos con puré de papas.

La cena a la carta comprende tres entradas, cuatro platos principales (cordero, pescado, pollo y pasta, con elaboradas guarniciones y en presentación gourmet), una selección de quesos y cuatro postres. Un párrafo especial para los vinos, con tres selecciones de tintos (de Francia, Italia y Australia) y otras tres de blancos (Francia, Alemania y Nueva Zelanda).

Otro ítem a destacar tiene que ver con los baños, siempre limpios y provistos de crema para manos, alcohol en gel, spray facial y agua de colonia. También vale subrayar la disponibilidad de wi-fi en vuelo, estable y de buena velocidad.

Lo cierto es que el vuelo resultó muy sereno, con un solo llamado a ajustar los cinturones de seguridad que se mantuvo por muy pocos minutos.

Previo al aterrizaje, recibí una tarjeta de Fast Track, para poder realizar los trámites de arribo más rápidamente.

Y tras 13.50 horas de vuelo, el triple siete estaba aterrizando en el Aeropuerto Internacional de Abu Dhabi (AUH), donde estacionó en la Terminal 3, exclusiva de EY.

En pocos minutos más estaba esperando mi equipaje, que por estar identificado como "priority" apareció rápidamente.

Para completar esta experiencia 5 estrellas, el servicio Etihad Chaffeur me tenía reservado un Cadillac CTS que me dejó en el hotel. Mejor, imposible.

CONCLUSIONES.

En muchos casos es difícil encontrar diferencias de atención y servicio entre distintas compañías aéreas, volando incluso en clases nobles.

No es el caso de Etihad Airways, donde el pasajero se siente correcta y genuinamente atendido desde el momento del check-in. A bordo el personal es muy cordial, siempre con una sonrisa y dispuesto a atender los requerimientos del menú “Dine Anytime”. Un chef y un gerente de Alimentos y Bebidas a bordo aseguran la calidad del producto ofrecido.

La configuración 1-2-1 de Business Class, mucho más confortable que la 2-3-2 que ofrecen algunos competidores de EY, también marca la diferencia.

Con servicios así, las horas se “pasan volando”, especialmente en vuelos tan largos.

TIPS PARA EL VIAJERO

VUELO EY 190
Ruta: San Pablo-Guarulhos (GRU) - Abu Dhabi (AUH).
Tiempo de vuelo: 13.50 hs
Aeronave: Boeing 777/300 ER.
Capacidad: 330 plazas (8 en First Class, 40 en Business y 282 en Economy).

LUJOS A BORDO
En octubre pasado, Etihad lanzó nuevos kits de viaje para sus pasajeros de Business Class en colaboración con Luxe City Guides. Se trata de seis diseños de estilo contemporáneo que contienen productos faciales unisex, elaborados con ingredientes naturales por la firma londinense Scaramouche + Fandango.
Cada kit dispone también de una Luxe City Guide con amplia información turística sobre Abu Dhabi, Londres, Madrid, Los Ángeles, Sidney y Hong Kong.
"Estos kits son un ejemplo más de nuestro esfuerzo por reinventar la experiencia de vuelo, iniciada con el lanzamiento de revolucionarias cabinas en las aeronaves de larga distancia y nuevos conceptos de servicio presentes en toda la flota", resaltó Calum Laming, vicepresidente de Guest Experience de EY.

 

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