Daniel “Pipi” Piazzolla es el nieto del gran Astor y nació en Buenos Aires en 1972. A pesar de haber crecido en una familia donde la música se respira como el aire, se inclinó por la batería cuando vio y escuchó los bombos de Los Borrachos del Tablón, la barra brava de River Plate, el club de sus amores. Allí se gestó un deseo que continuó con educación formal, primero con maestros argentinos y luego en el Musicians Institute de Los Ángeles, donde se graduó con honores. Su carrera se fue desarrollando de manera personal y como alma máter de Escalandrum, el sexteto que hace 20 años viene combinando jazz con música popular argentina y cuyo último lanzamiento (su onceavo álbum) es Studio2, grabado en los míticos estudios Abbey Road de Londres. De cómo es vivir viajando y trabajando a la vez, conciliando los intereses de cada integrante de la troupe, estando lejos de casa y con tiempos acotados o separando vacaciones familiares de compromisos laborales, nos habla Pipi Piazzolla en esta entrevista. De yapa, nos recomienda algunos destinos imperdibles, a nivel mundial, para los amantes de la música.
Piazzolla: "La música y el fútbol son grandes motivaciones para viajar"
¿Qué recuerdos tenés de los viajes familiares?
Tengo memoria de los viajes que encaraban mi papá y mi abuelo Astor. Ellos se pasaban seis meses en Brasil o en Europa, pero el resto de la familia no participaba. Esperábamos el regreso de ambos y lo incorporábamos como parte de su trabajo.
¿Y tus viajes viajes iniciáticos?
Tengo muy buenas impresiones de mi primer viaje de estudio a Los Ángeles en 1992, que duró un año. Fue una gran experiencia de aprendizaje, adaptación, y además tuve tiempo para forjar amistades. Sin embargo, cuando regresé supe que mi base de trabajo siempre iba a estar en Argentina. No fue nada fácil desapegarme de mis cosas, mi ciudad y mis afectos.
-Con Escalandrum tienen una larga trayectoria de desplazamientos, ¿cómo organizan las giras, tienen independencia? ¿hay tiempo de hacer turismo?
La organización de la gira está a cargo de nuestro manager, Horacio Sarria. Nos movemos en grupo y la prioridad es la prueba de sonido y el show. Cuando disponemos de un tiempo libre, Damián Fogiel, saxo tenor de Escalandrum, es quien recomienda o descubre los imperdibles de cada enclave.
¿Qué lugar ocupan los viajes familiares y cómo se complementan con los laborales?
Cuando viajamos con el sexteto en general compartimos habitación y estamos concentrados en la música; es casi imposible pensar en combinarlos. Sin embargo con mi familia nos gusta planear viajes y en este sentido recomiendo el norte argentino; me parece una región alucinante que se presta para viajar con niños. A nivel internacional, Disney es un destino ineludible para viajar con menores de 15 años. Inclusive siendo adulto es una experiencia inolvidable (yo era un negado al universo de Disney hasta que lo conocí). Volvés a jugar, entras en un mundo de igual a igual y te conectás con la magia de ese lugar. Es imperdible.
¿Qué destino tenés pendiente?
Me gustaría volver a Londres pero en pareja. Es interesante porque este deseo es, en parte, consecuencia de la inspiración que nos dejó la experiencia profesional de grabar en los estudios Abbey Road, que para cualquiera que ame la música es un lugar único.
¿Cómo fue esa vivencia a nivel personal y profesional?
Fue superadora en todos los aspectos. Además de la mística que tiene el lugar, el sonido es perfecto. Íbamos con temor a desilusionarnos. Tenemos cierto camino recorrido, a nivel profesional, y eso podía jugarnos en contra, sin embargo haber podido estar allí fue una inolvidable experiencia en todos los aspectos.
¿Qué destinos le recomendás a los viajeros que disfrutan de la música en general y del jazz en particular?
Sin dudas Nueva York es uno de los imperdibles, con sus históricos clubes de jazz como el Village Vanguard, Fats Cats, 55, Blue Note y el Dizzies Club, que además nos regala una impactante vista panorámica sobre el Central Park. En Europa las propuestas se duplican porque además de clubes como el Jamboreé de Barcelona o el Duc de Lombards en París, los amantes de la música podrán disfrutar de enormes coliseos como la Scala de Milán, la Sala Santa Cecilia de Roma y la Philarmonie de París, entre otras.
En los últimos viajes que realizaron, ¿qué destinos pudieron recorrer?
Washington y Bruselas (Bélgica) fueron destinos que visitamos hace poco y nos llamaron la atención. En el primer caso, el viaje fue increíble y nos sorprendió que hubiera muy pocos edificios altos y que la Casa Blanca sea mucho más pequeña de lo imaginado. Además tuvimos la chance de pasear por la zona del Obelisco y del monumento a Lincoln. Washington nos sorprendió de la mejor manera. En el caso de Bruselas, nos cautivaron sus sabores, sobre todo las chocolaterías que trabajan como si estuvieran tallando verdaderas joyas. Continuando con el tour gastronómico por la ciudad, los waffles y las papas fritas son preparaciones de origen belga y hay cientos de puestos callejeros (más de uno por cuadra) donde es posible degustar los verdaderos sabores locales. La cerveza fue otro de los temas del viaje. Nos enteramos de que hay más de 500 variedades de esta bebida en el país y que cada marca tiene su propio vaso, por eso cuando entrás a los bares te das cuenta que cada quien tiene un vaso distinto y podés advertir qué está bebiendo.
¿Cómo viene la agenda para los próximos meses?
En breve iremos a tocar a la Quebrada de Humahuaca y en 2019 comenzaremos la gira que celebra los 20 años de Escalandrum, y en ese marco visitaremos destinos como Hong Kong y en Europa repetiremos Alemania, Bélgica y Austria.