El Eden Hotel constituye un atractivo imperdible de de La Falda. Convertido en museo y testigo de la historia local, a fines de siglo XIX fue uno de los hitos fundamentales del desarrollo turístico del Valle de Punilla, Córdoba.
Nacido como establecimiento para tratar enfermedades respiratorias, el 26 de diciembre de 1898 se estrenó el álbum de pasajeros del Eden Hotel, quedando así inaugurada la que podría definirse como su primera temporada turística. Familias de la aristocracia argentina como los Martínez de Hoz, Tornquist, Bianchi, Roca, Bunge, Anchorena, Blaquier, Peralta Ramos, entre otras tantos, comienzan a frecuentar al establecimiento que se perfila como retiro de descanso y aire puro.
El Eden Hotel contaba con luz eléctrica propia y hasta máquinas que hacían posible la fabricación de hielo y cremas heladas en el establecimiento. Con el correr de los años, los frutos no resultaron ser los esperados, y para el año 1905 los accionistas deciden por unanimidad la disolución y liquidación de la sociedad.
Maria Herbert de Kraeutner decide enfrentar la difícil situación económica por la que atravesaba el hotel, haciéndose cargo de las hipotecas que aún se mantenían con Tornquist. De esta manera, se convierte en la única dueña de “Estancia La Falda y Eden Hotel” en 1911.
La propiedad se loteó y pasó a manos de distintas familias que poblaban la zona. A mediados de la década de 1920, Walter Eichhorn y su esposa viajan a Alemania con cierta frecuencia. Allí conocen personalmente a Adolfo Hitler y nace entre ellos una gran amistad. Por su parte los Eichhorn decidieron adherirse al Movimiento Nacional Socialista Alemán y contribuir al mismo económicamente.
La venta de lotes de los hermanos Eichhorn con el correr de los años dio a luz a un pueblo con una arquitectura de tinte germánica, que en 1934 contaba con municipio propio, instituciones públicas y numerosos comercios.
Paralelamente, el Eden Hotel también sufrió un conjunto de reformas con el fin de satisfacer aún más la creciente demanda turística y el confort de sus pasajeros. Se añadieron chalets anexos, una cancha de golf, teatrino, pista de patinaje, salón de fiestas, pileta de natación y más habitaciones, entre otras cosas.
Huéspedes como Presidentes argentinos, gobernadores y figuras ilustres reconocidas por el mundo entero como el poeta nicaragüense Rubén Darío, el científico Albert Einstein, Berta Singerman, Hugo del Carril, Zuli Moreno, entre otros tantos conocieron y disfrutaron del Eden.
Apenas unas semanas antes de la rendición de Alemania en 1945, Argentina resuelve declarar la guerra al eje. El hotel es incautado a los hermanos Eichhorn y el gobierno lo transforma en una prisión de lujo para miembros del cuerpo diplomático japonés. Dos años más tarde, el gobierno de Juan Domingo Perón devuelve el hotel a sus dueños.
De este modo, la caída de Alemania en la segunda guerra mundial deja grabada el fin de una etapa y marca el comienzo de otra, tanto en la historia de la humanidad como en la de este establecimiento.
Los avances de la ciencia continúan y la medicina encuentra el antibiótico, y en pocos años la tuberculosis se transformaría en una enfermedad ambulatoria.
Hoy el Eden es Patrimonio Histórico y se encuentra en vía de recuperación a través de una iniciativa privada otorgada por el municipio local en el año 2006, luego de atravesar un período de veinte años de abandono, saqueos y deterioro, que afectaron gravemente al edificio.
“Emprendimientos Edén S.A. trabaja con el propósito de recuperar y mejorar cada día lo que fue la belleza y majestuosidad del Hotel Eden, hoy museo histórico que cuenta con visitas guiadas diurnas y nocturnas, parques temáticos, espacios de recreación, espectáculos de primer nivel y la chance de organizar grandes fiestas y eventos en sus imponentes salones”, explicó Gabriela Sánchez, guía de Turismo.
Actualmente funciona como museo histórico, cuenta con visitas guiadas diurnas y nocturnas, parques temáticos, espacios de recreación, espectáculos de primer nivel y la chance de organizar grandes fiestas y eventos en sus imponentes salones.
Esta fue una presentación de la Usina Cultural de Cassa Lepage donde se habló de este sitio insignia de Argentina.