Por estos días, el presidente Alberto Fernandéz visitará Jerusalén (Israel), destino sumamente rico en historia, tradiciones, religiosidad y fe.
En sus añosas calles, veremos árabes, israelíes y cristianos que pasean por zonas sagradas, murallas y puertas que esconden historias.
Desde el monte de los Olivos se puede apreciar la ciudad desde las alturas; y el Museo de la Ciudadela constituye un excelente preámbulo, ya que relata la historia de esta urbe que fue cuna de varias civilizaciones.
El Muro de los Lamentos, el sitio más sagrado del judaísmo, es impactante para cualquier viajero y un momento solemne que quedará grabado en la memoria de todos.
También se deben visitar la Basílica de la Agonía, que aloja la roca donde Jesús rezó después de la última cena; la tumba del rey David, uno de los personajes más trascendentes de la historia judía; el Cenáculo, donde se realizó la última cena; y la Abadía de la Dormición.
En la ciudad vieja se encuentra el recorrido por las 14 estaciones de la Vía Dolorosa, así como la Iglesia de la Flagelación, la Capilla de la Condena, el Calvario y el Santo Sepulcro. Otro imperdible es el Museo del Holocausto.
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