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La ruta “ovni” de Altos de Lircay

En esta reserva natural ocurre lo mismo que con las pirámides: algunos buscan explicaciones de su existencia más allá del Sistema Solar. Pero además de los enigmas que genera el sector de El Enladrillado, Altos de Lircay en la Región del Maule, es una de las mejores alternativas que combina zonas naturales poco intervenidas y senderos de trekking desafiantes en el área central del país.   Por Pedro Arraztio   

Es muy diferente a otro parque protegido de Chile. Y no por razones de flora, fauna o geografía, sino porque aquí los tours tienen una motivación muy diferente a la de la mayoría de los destinos naturales del país. Las vigilias ufológicas y cabalgatas en búsqueda de bases extraterrestres son parte del trajinar de los visitantes en esta reserva nacional precordillerana, ubicada a 66 km. de Talca.

Porque, dicen, que Altos de Lircay es todo un hot spot del avistamiento de ovnis. En los tiempos dorados de este fenómeno, hace algunos años atrás, abundaban los equipos de televisión que pasaban noches y noches grabando el prístino cielo maulino buscando algún pequeño punto de trayectoria ilógica en el cielo que pudiera asemejarse a una nave espacial. Eso se sumaba a los relatos de quienes aseguraban haber hecho “contacto” con seres alienígenas en las curiosas baldosas naturales del sector El Enladrillado, en la parte alta del parque.

Obviamente, nada se ha comprobado, pero los mitos escondidos detrás del parque son una excusa válida (como tantas otras) para sorprenderse con sus maravillas naturales. Maravillas que, paulatinamente, han ido entusiasmando a los turistas. En seis años, casi ha triplicado el número de visitas y se ha transformado en una de las nuevas alternativas para los amantes del trekking y la naturaleza, con el plus de encontrarse cerca de Santiago.

LA "RUTA OVNI".

La reserva cuenta con 12 mil ha. y cinco senderos de excursión. Claro, el más famoso es el que lleva a El Enladrillado, que tiene una extensión 10 km. y demora cerca de seis horas recorrerlo a pie. Lo particular de este sitio es que ha dado lugar a un montón de teorías místicas. Para explicarlo de alguna forma, es una amplia y plana meseta rocosa a 2.000 m. de altura, formada por grandes piedras lisas que parecen ladrillos o baldosas cuadradas, dispuestas de forma sospechosamente simétricas. Y todo esto con una sorprendente vista en 360° del cordón cordillerano, dominado por el volcán Descabezado Grande.

Los geólogos señalan que la formación de El Enladrillado es netamente natural, producto de la acción glaciar. Pero el lugar es tan único y curioso que esta explicación no convence a todos. Otras teorías más alocadas van desde que fue un lugar sagrado construido por alguna antigua civilización americana hasta, por supuesto, que es una pista de aterrizaje para naves interplanetarias... Aunque lo más “extraterrestre” que de seguro verá en el lugar es a alguno que otro matuasto tomando el sol en las rocas. Regordete y de un atractivo color grisáceo, este reptil de unos 20 cm. de largo es uno de los habitantes más característicos de la reserva.

Llegar a El Enladrillado no es fácil, considerando que en el camino no hay puntos para acampar ni abastecerse de agua, por lo que muchos prefieren contratar tours locales que llevan hasta el sector. Sin embargo, la entrada de la reserva presenta un extenso cámping llamado Antahuara, que cuenta con baños y agua potable. Desde aquí, se puede hacer la caminata más breve e ideal para internarse paulatinamente en los encantos naturales de Altos de Lircay. Se trata del sendero hacia el río del mismo nombre. En el trayecto es habitual escuchar el fuerte y constante martilleo de pájaros carpinteros negros. Si tiene suerte, estas graciosas aves en estado vulnerable se dejan ver en algún tronco, con su negro plumaje y la llamativa cabeza colorada que lucen los machos. El río tiene un escaso caudal que, incluso, es difícil de encontrar. Los delgados hilos de agua juguetean entre las rocas y, de tanto en tanto, se ven interrumpidos por algún pozón de poca profundidad. Sorprende pensar que estos tímidos chorros son el principal abastecimiento de riego de San Clemente.

ESPEJOS DE AGUA.

Otra ruta interesante es la que conduce hasta la laguna El Alto. El recorrido demora alrededor de cuatro horas y se hace bastante dificultoso debido al empinado ascenso hasta los 2.150 m. del cerro Peine. La primera parte del trazado se interna en bosques de Nothofagus, como robles, lengas y, a medida que se sube, aparecen algunos bosquetes de ñirres de escasa altura. Si lo suyo es la fotografía de paisajes, lo recomendable es iniciar el ascenso hacia la laguna en la madrugada, para obtener las mejores coloraciones del Cerro Tres Cuernos y de la Punta El Morrillo. La laguna se caracteriza por sus aguas cristalinas y sumamente quietas, que permiten retratar el cielo y los cerros como si se encontraran frente a un espejo gigante.

Para los caminantes más avezados, existe una ruta más extensa, de 18 km, perteneciente al Sendero de Chile y que toma de tres a cuatro días. Pasa por el río Claro y llega hasta el Valle del Venado, donde se tiene una asombrosa perspectiva de los volcanes Descabezado Grande y Quizapú, este último, una chimenea secundaria del Descabezado aparecida en 1846. Aquí también se puede apreciar la caída de agua que da origen al arroyo El Despalmado.

Cada rincón de este parque, una de las reservas nacionales estrellas de la Zona Central, es maravilloso y sorprendente. Y, quien sabe, en una de esas, los días soleados y noches estrelladas le permitan tener su propio encuentro cercano de algún tipo, como los tantos que engrosan la ufológica fama de Altos de Lircay.

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