Las bodegas tucumanas producen mayormente vinos de altura, de color y sabor intenso, con gran estructura y personalidad. Son vinos con historia, algunos elaborados artesanalmente, muchos con conciencia ecológica, otro concebido por la única bodega comunitaria del país y todos ideales para acompañar los sabrosos platos del Norte argentino.
Norte argentino: 9 bodegas tucumanas donde probar buen vino
Cuando el coronavirus lo permita y puedas viajar, el Norte argentino tiene sus propias rutas del vino. Aquí, te contamos todo sobre las bodegas tucumanas.
La Ruta del Vino de Tucumán se abre sobre 100 km., adentrándose en los Valles Calchaquíes, en medio de afamados puntos turísticos. Tanto la Ruta Nacional 40 como la Ruta Provincial 307 son moradas de algunas de las bodegas que producen fundamentalmente los varietales torrontés y malbec, pero también cabernet sauvignon, tannat, cabernet franc, petit verdot, merlot, syrah y criollo.
Las viñas de esta zona del Norte argentino son bendecidas por un clima frío en invierno, caluroso en verano, mayormente seco y con una alta exposición al sol; así como por un suelo franco arenoso a pedregoso, permeable, suelto, limpio y profundo en toda su extensión, alcalino pero no salino.
Si bien la vitivinicultura en Tucumán registró un gran desarrollo en los últimos años, lo cierto es que la tradición lleva 130 años. Incluso hay viñedos que existen desde fines del siglo XVI.
LA RUTA DEL VINO DE TUCUMÁN.
Bodega Comunitaria Los Amaichas:
Desde Tafí del Valle por la Ruta 307 y distante a 53 km., llegamos a Amaicha del Valle, donde se encuentra la primera bodega comunitaria de Sudamérica y la tercera del mundo.
Así, las familias que integran la comunidad proveen las uvas de sus viñedos, algunas con más de 80 años, para producir los varietales malbec y criolla.
La bodega, cuyo diseño refleja el estilo prehispánico, se fundó en 2016 y actualmente produce 30 mil botellas al año.
Ya que estamos en Amaicha, allí vale la pena conocer el Museo de la Pachamama antes de tomar la Ruta 40 para visitar otras bodegas en esta zona del Norte argentino.
Bodega Albarossa:
Impulsada por una pareja de italianos que se enamoró de Tucumán y decidió quedarse, este emprendimiento incluye un hotel boutique con temática del vino y plantación de viñedos.
Así, el visitante disfrutará de una experiencia completa conformada por platos gourmet, buenos vinos y un paisaje espectacular de valles, cerros y viñedos propio del Norte argentino.
En cuanto a los vinos, cuenta con dos etiquetas Albarrosa Torrontés y Albarrosa Malbec.
Bodega Río de Arena:
Hacia el norte, por la Ruta 40, esta bodega también tiene alojamiento y actividades complementarias como la posibilidad de ver llamas y caballos peruanos.
Como corolario de este tramo del Norte argentino hay que conocer las Ruinas de los Quilmes, ubicadas sobre la Ruta 40.
BODEGAS EN COLALAO DEL VALLE.
El derrotero continúa por la Ruta 40 hasta Colalao del Valle donde encontraremos varias bodegas.
Finca La Churita:
A metros de la plaza principal de Colalao del Valle, la viña se emplaza a 1.850 msnm. y tiene una larga tradición.
Bodega Altos La Ciénaga:
A dos cuadras se levanta desde 1940 una casona antigua y familiar que abre sus puertas a los visitantes para disfrutar de un buen vino en el patio y bajo la sombra del parral.
En sus inicios producía vino patero. En la actualidad cuenta con la línea de vinos jóvenes Don Javier y vinos de guarda Altos la Ciénaga.
Finca La Orilla:
Pequeña bodega artesanal de tradición familiar que se caracteriza por sus maridajes especial con vinos Micuna Malbec joven y Micuna blend roble y pizza de rúcula, jamón crudo y nueces, entre otras delicias.
Bodega Chico Zossi:
Una de las pioneras de Tucumán, que sigue con la tradición familiar en la elaboración de vinos. Con una capacidad de producción de 40 mil litros anuales, destinados tanto al mercado interno como a la exportación a países limítrofes.
Biobodega Luna de Cuarzo:
Un emprendimiento distinto basado en la biodinámica por la cual la siembra y la cosecha se realizan en base al ciclo luna; y la concepción de una agricultura ecológica.
Esta pequeña bodega familiar elabora los vinos de altura Faustino del Pozo y Desata y cuenta con una bodega subterránea que crea las condiciones ideales de temperatura natural para la elaboración de los vinos.
Además, ofrece la posibilidad de la cosecha de los frutos durante estación.
Bodega y Viñedos Las Arcas del Tolombón:
Es el mayor emprendimiento vitivinícola de alta gama de Tucumán.
Allí es posible apreciar el proceso en todas las etapas de producción industrial.
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