Es el corazón del turismo en Península Valdés, en la provincia de Chubut, y uno de los lugares más sorprendentes de la Patagonia argentina.
Este rincón mágico es el punto de partida perfecto para aventurarse en la naturaleza en su estado más puro. Sin embargo, muchos de los viajeros que lo visitan, lo hacen apenas por unas horas para realizar los famosos avistajes embarcados que permiten ver de cerca a la ballena franca austral.
Aquí, te contamos por qué deberías quedarte más en Puerto Pirámides, Chubut, y todo lo que podés hacer allí.
Puerto Pirámides, un rincón mágico de Chubut
Península Valdés es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y un Área Natural Protegida de una riqueza extraordinaria.
Es un pueblo pequeño, pero muy bello. Los negocios se alinean en una calle principal y dos bajadas al mar que terminan en la playa desde la que parten los famosos avistajes, flanqueada por dunas y bellos acantilados.
Durante el día la cantidad de viajeros lo vuelve un animado pueblo turístico. Pero Puerto Pirámides es el lugar perfecto para alojarse y disfrutar de una amplia oferta de servicios que incluyen hospedaje y una destacada gastronomía.
Además de caminar por sus costas, allí se puede hacer actividades como kayak, stand up paddle, senderismo, paseos en barco, mountain bike, snorkeling o buceo, tanto en la localidad como en las playas cercanas.
El entorno natural combina en su impresionante geografía un océano transparente y repleto de vida con la imponente estepa patagónica.
A partir de septiembre, el clima primaveral hace que las actividades al aire libre sean una delicia para los visitantes.
Y el pueblo tiene una atmósfera mágica, perfecta para quienes aman los lugares tranquilos.
Desde allí, hay también muchas otras experiencias naturales para los que disfrutan de pasear con tiempo, sin apuro y a su propio ritmo.
Así, los visitantes que lleguen en auto o contraten servicios privados, pueden tener un contacto único con la naturaleza en Caleta Valdés y Punta Norte.
Caleta Valdés: encuentro cercano con pingüinos
Una vez alojados en Puerto Pirámides, también se puede visitar varios puntos cercanos, que muchas veces no se alcanza a conocer en el apuro de una visita de un solo día.
A 75 km. de la localidad por un camino de ripio, se encuentra Caleta Valdés, un lugar fascinante dentro de Península Valdés.
El recorrido, que atraviesa la estepa patagónica, permite apreciar especies típicas como guanacos, choiques, maras, peludos, zorros y martinetas.
Caleta Valdés es un refugio natural para diversas especies marinas, incluyendo pingüinos de Magallanes que desde fines de septiembre y hasta mediados de abril eligen el lugar para reproducirse. Allí, desde varios miradores los visitantes pueden observar de cerca el comportamiento de estas aves.
Caleta Valdés cuenta con servicios como senderos, cartelería informativa, sanitarios y guardafauna permanente. El acceso a las playas no está permitido en esta zona para minimizar el impacto humano en el comportamiento de los animales.
Península Valdés: avistamiento de orcas en Punta Norte
A 83 km. de Puerto Pirámides se encuentra Punta Norte, un lugar único de Chubut al que los viajeros llegan para apreciar el impresionante comportamiento de las orcas mientras cazan.
Península Valdés es el único lugar en el mundo donde se puede observar la técnica de varamiento intencional de las orcas.
Esta modalidad de caza se produce durante la marea alta, cuando las orcas se acercan a la costa con gran velocidad para cazar lobos marinos y elefantes marinos jóvenes antes de volver al agua.
Punta Norte, donde hay varios miradores públicos, es el sitio ideal para ver a las orcas en acción, reproduciendo un extraordinario comportamiento que se transmite de generación en generación.
Un imperdible encuentro con las ballenas en las costas de Chubut
Desde luego, quienes visitan Puerto Pirámides durante la temporada de ballenas no puede dejar de realizar un avistaje embarcado.
Aquí te contamos en qué meses se puede ver ballenas en Península Valdés y te damos referencias de los precios de los avistajes.
El avistaje de la Ballena Franca Austral desde el Golfo Nuevo es ideal por la gran cantidad de ejemplares que se pueden observar y por la transparencia y tranquilidad del agua, que permiten apreciarlas tanto en la superficie como cuando nadan sumergidas.
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