El viernes pasado, el ministro de Transporte, Mario Meoni, explicó que la ANAC reordenaría los vuelos internacionales para disponer una separación mínima de dos horas entre operación y operación. En un comunicado, la dependencia explica, que los vuelos no se han interrumpido, sino que lo dispuesto es “restringir la cantidad. Teníamos 18 frecuencias diarias hace una semana, ahora estamos en 11 y seguramente la semana que viene bajaremos a siete frecuencias diarias y así paulatinamente hasta llegar a cuatro, cinco o seis frecuencias diarias, si es necesario”, indicó el ministro Meoni. Con el sistema planificado y siempre según el funcionario, “todos los pasajeros podrán regresar, no se cortaron los vuelos, solamente se restringieron”.
Vuelos: confusa situación con las cancelaciones
Meoni visitó el pasado miércoles el aeropuerto de Ezeiza junto a sus pares ministros del Interior, Wado de Pedro; y de Salud, Carla Vizzotti. También participó de la recorrida Florencia Carignano, directora Nacional de Migraciones.
No hubo cancelaciones el 1° de abril en Ezeiza, y al día siguiente, el único vuelo cancelado fue el servicio a Miami de American Airlines. No hubo otra cancelación y de hecho la propia compañía operó sin alteraciones el vuelo a Dallas-Ft. Worth. Ahora bien, la reducción de vuelos ya comienza a ser una realidad palpable. El 1° de abril se produjeron apenas 10 arribos y 12 partidas (que incluyen la operación de dos vuelos de Flybondi en cabotaje, los últimos que realizará desde Ezeiza debido a la mudanza a Aeroparque). El 2 de abril el panorama no fue diferente: 11 arribos y 13 partidas. Y para el 3 de abril se esperan 12 arribos y 11 partidas.
¿Una discusión semántica?
El 1° de abril, la ANAC emitió un comunicado en el que asegura que no “existen suspensiones de vuelos regulares ordenadas por la autoridad aeronáutica que no sean respecto de los destinos ordenados por la Decisión Administrativa 268/21: México, Brasil y Chile”. “En atención a información errónea que se ha dado a conocer, respecto de que se han suspendido vuelos hacia otros destinos, ANAC hace saber que dichas suspensiones son decisión y responsabilidad completa y absoluta de las líneas aéreas de que se trata, las que pueden preferir suspender los vuelos por cuestiones comerciales”, afirma la ANAC. Y prosigue: “Las únicas modificaciones introducidas por ANAC en la programación de vuelos, atiende a la necesidad de espaciar los arribos, para proceder a llevar adelante los protocolos sanitarios dispuestos para el ingreso al país, incluidos los hisopados correspondientes, facilitando que los pasajeros, además, puedan mantener la prudencial distancia entre ellos. Este ‘distanciamiento’ de los arribos, no implica, bajo ningún concepto, ninguna suspensión de vuelos”.
Ahora bien, la reducción de vuelos dispuesta conlleva a que se deba recortar las operaciones. El propio Meoni habló de una reducción hasta menos de 10 vuelos diarios para fin de abril. En definitiva, es una vuelta, expresa o tácita, al esquema de vuelos especiales que rigió la mayor parte del 2020. Muchas aerolíneas comienzan a plantearse sus nuevas programaciones. JetSmart, por ejemplo, espera poder ofrecer dos vuelos semanales de Buenos Aires a Santiago. Latam, espera acceder a tres frecuencias de Ezeiza a Lima y otras tantas San Pablo y a Santiago.
Del mismo modo, Air Europa espera disponer de dos enlaces semanales a Madrid y mientras Air France-KLM quieren mantener su esquema actual de vuelos (cinco por semana a París y la misma cantidad a Ámsterdam), American también reducirá sus servicios “adecuando la operación de acuerdo a las normas vigentes”, como explicó una fuente.
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