Europa siempre promete nuevas postales, incluso para quienes ya han coleccionado las más célebres. Entre las rutas menos predecibles están algunas de las que más sorprenden, como Croacia, que entre las esmeraldas del Adriático, es una auténtica joya aún no del todo descubierta por los turistas.
5 motivos por los que deberías incluir a Croacia en tu próximo viaje por Europa
Encanto costero, historia viva y paisajes únicas: Croacia deslumbra con razones irresistibles por las que deberías estar en tu próximo recorrido por Europa.
Croacia: te contamos cinco motivos por los que no deberías perderte de visitar el país durante tu próximo viaje a Europa.
Allí donde confluyen culturas, religiones y geografías, tan opuestas como armónicas, se halla un país que despliega propuestas que lo distinguen del resto de Europa. Conocé los motivos por los que no deberías perdértelo.
1. Croacia, un destino que se adapta a todos los tipos de viajes
Croacia no discrimina entre tipos de viajeros: da la bienvenida con la misma calidez al mochilero curioso, a la familia que busca descanso o a la pareja que desea una escapada romántica junto al mar.
El país ha sabido distribuir muy bien sus atractivos, con zonas nocturnas para el público joven, y otras más tranquilas, ideales para familias o para quienes buscan una desconexión absoluta.
La seguridad y la amabilidad de los locales completan un entorno propicio para explorar sin llevarse ninguna sorpresa o disgusto. La hospitalidad croata, sencilla y genuina, se percibe en cada rincón.
2. Descubrir las playas paradisíacas de Croacia con sus aguas cristalinas
Aunque cada viajero tiene u propia definición de paraíso y los argentinos suelen elegir ir a otras playas como las de Brasil o el Caribe, en Croacia también hay postales muy bellas.
En el país son muy pocas las playas de arena, ya que en su mayoría son rocosas y con aguas turquesas para disfrutar de baños refrescantes y atardeceres inolvidables.
Entre las más destacadas, se encuentra la playa de Bol, en la isla de Brac, cuya lengua dorada se adentra en el mar formando el popular "Cuerno de Oro", ícono fotográfico de la zona.
Las playas de Hvar son rocosas y elegantes, ideales para nadar en aguas cristalinas y disfrutar de un ambiente muy chic. Korcula ofrece tranquilidad, con rincones de arena para relajarse en plena naturaleza.
Pag combina playas rocosas con arena clara y tiene un fuerte perfil fiestero en Zrce Beach. Rab, en cambio, destaca por sus extensas playas de arena como Paradise Beach.
3. Dubrovnik, la gran perla del Adriático y un auténtico imperdible en Croacia
Son pocas las ciudades que logran condensar tanta historia y encanto con tanta facilidad como Dubrovnik. Amurallada y con vistas que desparraman hacia el mar, esta joya del sur croata brinda una experiencia estética, sensorial y cinematográfica.
Recorrer sus murallas es retroceder en el tiempo. Las callecitas empedradas, las fachadas de piedra clara, las cúpulas, los campanarios: todo compone una escenografía donde el pasado convive con una energía vibrante.
Este imperdible sitio, invita a gozar de eventos culturales, gastronomía de alto nivel y un ambiente que fusiona lo medieval con lo contemporáneo.
Y como si fuera poco, desde allí, se abren rutas hacia otras islas o ciudades costeras, invitando a seguir el paseo por el país.
4. No te pierdas la oportunidad de explorar las asombrosas islas de Croacia
Croacia no se termina en su costa continental. De hecho, una parte fundamental de su magia se encuentra dispersa en sus más de mil islas, islotes y escollos.
Cada isla ofrece una identidad distinta. Hvar es sinónimo de glamour, vida nocturna y lavanda en flor. Korcula, en cambio, propone tranquilidad, viñedos y leyendas.
Brac brilla por su ya mencionada playa Bol, pero también por sus pueblos pescadore, mientras que Pag conjunta naturaleza y festivales. Y así, la lista podría seguir, porque hay una variedad casi inabarcable.
¿La mejor forma de vivirlas al máxima? mediante un crucero que las conecte, ya que así se puede recorrerlas con un ritmo más pausado y con la posibilidad de ver muchas más.
5. Croacia: un país fascinante para combinar con destinos de los alrededores
El encanto croata no se limita a sus fronteras. Por su ubicación estratégica, es también la puerta de entrada —o de salida— a una región fascinante, donde los contrastes culturales y naturales enriquecen cualquier itinerario.
Al norte, Eslovenia ofrece un contrapunto perfecto con sus lagos alpinos y bosques de cuento. Visitar Ljubljana o el lago Bled después de la costa croata es como cambiar de escenario sin abandonar la armonía del viaje. Al sur, Montenegro despliega playas tranquilas y ciudades como Kotor, que hipnotizan con su arquitectura medieval.
Y al oeste, Bosnia y Herzegovina suma una dimensión espiritual en lugares como Medjugorje, donde miles de fieles peregrinan año a año, y también una belleza serena en ciudades como Mostar, con su célebre puente sobre el río Neretva.