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Toronto: la metrópoli apacible

Sobre las orillas del lago Ontario, la ciudad canadiense se revela encantadora gracias a una considerable serie de virtudes: la hospitalidad de su pueblo multicultural, las expresiones de modernidad y una gran multiplicidad de atractivos. A sus barrios, museos, tiendas y deportes se agrega un condimento extra: la posibilidad de visitar las Cataratas del Niágara, a sólo dos horas de tren.

Los habitantes de Toronto, de origen extranjero en su mayoría, han entendido que la mejor manera de acoplarse a esta sociedad es a través de la sonrisa. La hospitalidad es un rasgo común entre tantos rasgos disímiles de chinos, indios, árabes, europeos, latinos y estadounidenses que habitan una ciudad enorme y apacible a la vez.

Y si hablamos de variedad, los atractivos no se quedan atrás, con opciones para captar todo tipo de público y satisfacer demandas de cualquier nivel de exigencia.

CN TOWER Y OLD TOWN.

Imposible empezar a pasear por Toronto sin primero subirse a ese centinela que al mismo tiempo nos guía y nos atrae: ícono nacional y maravilla de la ingeniería, la CN Tower y sus 553 m. de altura contienen mucho entretenimiento. Una vez arriba, las espectaculares vistas se aprecian desde los miradores y sobre un famoso piso de vidrio que, dicen, aguanta el peso de 14 hipopótamos. En la aguja hay tres restaurantes –uno de ellos el premiado 360 Restaurant–, cine 3D y el desafiante EdgeWalk, que propone una caminata al aire libre a 356 m. del suelo.

Muy cerca, Old Town remite a los orígenes históricos de Toronto, a principios del siglo XIX. Esta zona revitalizada atrae a amantes del arte y fotógrafos que aquí encuentran una impresión del pasado torontoriano. Se destaca el St. Lawrence Market, conformado por tres edificios que alguna vez alojaron el ayuntamiento. En este animado mercado se pueden encontrar restaurantes, artesanos y vendedores de productos naturales siempre frescos.

En tanto, la vanguardia en su sentido más puro tiene su lugar en el Distillery District, una serie de galpones de ladrillo rojo que albergaban una vieja destilería del siglo XIX. Hoy, puesta en valor como nunca, el área propone un espacio dinámico con tiendas de diseño y emprendimientos independientes, entre galerías y estudios de arte, restaurantes, cafés y chocolaterías.

EL CENTRO.

La calle Yonge Street contiene las cuadras más vibrantes de la ciudad. De hecho, allí está el edificio más visitado de Toronto: el shopping Eaton Centre, inspirado en las galerías comerciales europeas y con más de 350 tiendas. Una vez saciado de compras, hay mucho más por hacer, ya sea ver una obra de teatro, una película o un concierto en vivo.

En tanto, Queen West es la calle trendy por antonomasia, donde las últimas tendencias se hacen presentes en tiendas de ropa, zapatos y telas, configurando una verdadera mina de oro para los amantes de la moda. De noche los bares del vecindario ofrecen música en vivo, probablemente rock o jazz.

CHINATOWN.

Por su aspecto, la esquina de las calles Spadina y Dundas Street West bien podría pertenecer a Hong Kong. El gentío y la actividad constante marcan el ritmo del Chinatown torontoriano. Los caracteres orientales, elegantemente trazados, invitan a tiendas de frutas y vegetales exóticos, aunque a lo largo de Spadina también se encuentran diseñadores locales que venden lo último en cuanto a telas, cueros y vestidos.

Por supuesto, Chinatown se enorgullece de su amplia variedad de comida asiática: la selección incluye delicias chinas, thai, japonesas y vietnamitas. Se recomienda el pato Pekín en el Bright Pearl y el dim sum del Golden Leaf. A todo se suman las fiestas del Año Nuevo Chino, cuando el barrio luce una espectacular decoración y los dragones salen a bailar entre stands con toneladas de comida.

Muy cerca, el área de Kensington Market es un laberinto de calles angostas bordeadas por casas de estilo victoriano. Durante la década de 1920, cuando en el barrio predominaban los judíos, las familias colocaban puestos en el frente de sus casas y vendían sus pertenencias: ése fue el comienzo del Kensington Market. Hoy el perfil multicultural se refleja en las tiendas, con objetos provenientes de Europa, el Caribe, Medio Oriente, Sudamérica y Asia, proponiendo un viaje sensorial alrededor del mundo.

NATURALEZA Y DEPORTE.

Toronto ostenta el principal zoológico de Canadá, hogar de más de 5 mil animales, todos resguardados en increíbles escenarios, incluyendo la réplica de una sabana africana, la “Gran Barrera de Coral” y la “Tundra Trek”.

En tanto, el Ripley’s Aquarium of Canada propone sumergirse en un mundo de 15 mil ejemplares acuáticos. El predio presenta un extenso túnel submarino bajo 5,7 millones de litros de agua y brinda la posibilidad de interactuar con los animales.

Por otro lado, Centreville Amusement Park, en las islas de Toronto, es el sitio ideal para pasar un día al aire libre. Con más de 30 juegos, este parque de diversiones es un festín para todo grupo familiar. Incluso el modo de llegar es un atractivo per se, ya que la única manera de hacerlo es a bordo de un ferry.

Además, los equipos de Toronto aseguran entretenimiento para los amantes del deporte. El Air Canada Centre alberga al equipo de hockey sobre hielo, Toronto Maple Leafs, y al de básquet, Toronto Raptors, que actualmente juega en la NBA. A su vez, el Rogers Centre es el hogar del conjunto de béisbol, Toronto Blue Jays, y del de fútbol americano, Toronto Argos. El Toronto Football Club, fundado en 2007, es el club de fútbol local, cuyos fans acuden al estadio más nuevo de la ciudad: el BMO Field.

Si se quiere conocer de cerca el deporte más popular de Canadá, el Hockey Hall of Fame ofrece una gran colección de memorabilia, incluyendo la posibilidad de poner las manos encima de la Stanley Cup.

MUSEOS.

La oferta de museos es vasta, pero vale la pena repasar los más importantes.

El Art Gallery of Ontario (AGO) se caracteriza por su colección de arte pictórico contemporáneo, aunque también hay lugar para lo clásico, destacándose los originales de Rubens. En tanto, el Royal Ontario Museum (ROM) es más tradicional pero no por ello menos atractivo: dinosaurios, biología y antiguas civilizaciones son sólo algunos de los temas que cubre este gran museo.

Por último, hay que resaltar el Bata Shoe Museum, que en sus instalaciones compila miles de zapatos de todas las épocas y regiones del mundo. La muestra incluye calzados utilizados por celebridades como Marilyn Monroe, el tenista Roger Federer y el ídolo pop Justin Bieber.

CATARATAS DEL NIAGARA.

A sólo dos horas en tren desde Toronto, la posibilidad de visitar Niagara Falls no tiene desperdicio.

Ya sea desde el cielo o embarcado, las cataratas transmiten su imponencia: a bordo de los helicópteros se puede obtener un panorama completo, mientras que sobre los catamaranes de Maiden of the Mist uno se puede empapar de ellas. Cerca de las caídas es posible disfrutar de un pequeño Las Vegas, con casinos, hoteles de alto nivel y una gama de entretenimientos de toda clase, muchos orientados a la familia. Con frecuencia los enamorados eligen este destino para comprometerse en matrimonio o bien para su luna de miel.

En la zona se recomienda visitar los viñedos de Château des Charmes, donde es posible degustar y comprar los afamados icewines, dulcísimos vinos blancos que se producen a partir de la uva congelada.

TIPS PARA EL VIAJERO

Cómo llegar: desde Buenos Aires, Air Canada vuela a Toronto cinco días a la semana (lunes, miércoles, viernes, sábados y domingos), siempre con escala en Santiago (Chile).

Clima: de mayo a octubre es el período ideal para disfrutar de los agradables días torontorianos. El resto del año el clima es muy frío, registrándose fuertes nevadas y temperaturas máximas que a veces no superan los -10ºC.

Compras: en Queen Street se puede adquirir todo tipo de indumentaria, lo que se suma al Eaton Centre y los outlets del mall Vaughan Mills. Moneda: la moneda de curso legal es el dólar canadiense (CAD). Hoy un dólar estadounidense equivale a 1,07 CAD.

Informes: Tourism Toronto: www.seetorontonow.es.

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