Rodeando la inmensidad de la Cordillera de los Andes, se enmarca un rincón donde perderse es, paradójicamente, la mejor manera de encontrarse. En este predio de Mendoza, a solo 5 km. del centro de Malargüe, se encuentra un espacio natural tan desafiante como encantador para unas escapadas diferentes durante las vacaciones.
Adiós al aburrimiento: el rincón oculto de Mendoza con un laberinto a los pies de la Cordillera de los Andes
Con la imponente Cordillera de los Andes de fondo y muy cerca de Malargüe, se esconde un paisaje inesperado de Mendoza para una gran aventura estas vacaciones.
Vacaciones en Mendoza: conocé este encantador predio con un laberinto espectacular muy cercano a la localidad de Malargüe.
Se trata de los Laberintos Carmona, un lugar curioso con una belleza natural privilegiada y una propuesta muy divertida en la que tan solo hay que descubrir el camino correcto. Todo lo que debés saber sobre este paraje mendocino cargado de entretenimiento.
Cómo son los Laberintos Carmona: diversión y tranquilidad en Mendoza
Tomando como punto de partida el centro de la localidad de Malargüe y haciendo un breve recorrido, se puede llegar a los Laberintos Carmona, un sitio donde perderse no es una preocupación, sino toda una aventura.
Este emprendimiento familiar ubicado sobre la Ruta 188, es el resultado de un sueño que germinó en la mente de Jorge Carmona y que, tras décadas de esfuerzo y dedicación, se hizo realidad.
El predio, rodeado por un amplio espacio verde y mucha sombra para descansar, cuenta con dos laberintos que son el atractivo principal del lugar:
- El primero, con un diseño cuadrado, se compone de 31 pasillos dispuestos tanto de este a oeste como de norte a sur. Solo hay una entrada y un camino correcto para alcanzar la salida, lo que lo convierte en un verdadero desafío.
- El segundo, de forma circular y nombrado “Laberinto de los Deseos”, conduce a su centro, donde se ubica una fuente en la que los visitantes pueden pedir un deseo.
El tiempo para encontrar la salida varía según la habilidad de cada visitante. En promedio, el recorrido del laberinto cuadrado toma alrededor de media hora, aunque algunos pueden tardar hasta una hora en hallar la salida. Por su parte, el laberinto circular es más sencillo, ya que su sendero lleva directamente a la "fuente de los deseos".
Laberintos Carmona no solo invita a ser parte de este reto, sino que también ofrece un espacio de recreación y esparcimiento. Un sector de picnic con parrillas, mesas y bancos para disfrutar de un almuerzo al aire libre. También, un sector de juegos para niños y un área de relajación, ideal para tomar un buen mate mientras se contempla el paisaje.
Para quienes quieran disfrutar de una perspectiva diferente, el predio cuenta con un mirador de 10 metros de altura. La estructura, totalmente cerrada y con rampa, permite observar ambos laberintos desde lo alto y planificar la estrategia para encontrar la salida más rápida.
El acceso a los Laberintos Carmona tiene un costo muy accesible, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes buscan un plan diferente en Mendoza sin gastar demasiado.
Laberintos Carmona: un sueño hecho realidad en Mendoza
Este emprendimiento familiar nació del sueño de Jorge Carmona, quien junto a su esposa Raquel visitó un laberinto en Nono, Córdoba, durante su luna de miel en 1984.
Inspirado por la experiencia, decidió construir su propio laberinto en Mendoza. Tras perder su empleo en los años '90, Jorge retomó su idea y trabajó durante 15 años para hacerla realidad.
Con la ayuda de su familia y su conocimiento en jardinería, logró crear el espacio que hoy es un atractivo turístico imperdible en Malargüe.
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