Aunque muchos eligen visitar la provincia por las famosas Cataratas del Iguazú, Misiones guarda rincones menos conocidos que también prometen una experiencia única. Con la llegada del verano, las temperaturas tropicales, los ríos y saltos refrescantes y la exuberante vegetación, invitan a aventurarse más allá de los circuitos tradicionales.
Verano 2025: 3 joyas ocultas para descubrir en Misiones
Con su inconfundible tierra roja y paisajes dominados por la selva, Misiones tiene lugares poco explorados ideales para descubrir durante este verano 2025.
Para quienes buscan alejarse de las multitudes y vivir la esencia más íntima de la naturaleza misionera, existen tres lugares que se perfilan como verdaderas joyas. Aquí se las presentamos.
1. Un verano refrescante en el Salto Encantado
Tal como su nombre lo indica, el Salto Encantado no solo deslumbra por su majestuosa cascada—que posee 64 m. de altos y es una de las más imponentes de la provincia—, sino que también hechiza con la magia de su entorno natural.
Ubicado en una reserva que abarca 13.227 hectáreas de selva misionera, este parque provincial cuenta con senderos accesibles, miradores estratégicos, una biodiversidad deslumbrante y espacio para los amantes del trekking, la observación de aves o para simplemente relajarse.
Reconocido como una de las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (AICA) en Misiones, alberga una gran variedad de especies que encuentran refugio en su densa vegetación.
Ubicado a tan solo 11 km. de la localidad de Aristóbulo del Valle y a 4 km. de Villa Salto Encantado, el predio es de fácil acceso, tanto en vehículo particular como mediante transporte público desde ciudades como Posadas o Puerto Iguazú.
Además de sus atractivos naturales, el restaurante del parque ofrece una experiencia gastronómica auténtica, combinando productos locales con recetas tradicionales de las comunidades inmigrantes y la cultura mbya guaraní.
Durante todo el año, el parque organiza diversas actividades recreativas para redescubrir el encanto del entorno. Una de las propuestas más cautivantes es el astroturismo, una experiencia nocturna para observar los astros con la cosmovisión guaraní.
2. El ecoducto de la Ruta 101: un particular túnel en medio de la selva de Misiones
Entre los secretos mejor guardados de Misiones, se encuentra este singular túnel enclavado en la Ruta Nacional 101, que es el primero en toda Latinoamérica. El ecoducto fue implementado con un fin muy importante: proteger a la fauna autóctona de Misiones de los vehículos que por allí circulan.
Esta obra pionera fue construida como parte de una estrategia para permitir el cruce seguro de la fauna, evitando posibles atropellos en una provincia donde especies como monos, coatíes y hasta yaguaretés circulan libremente.
La experiencia de transitar por este túnel no es solo funcional, sino también visualmente impactante, ya que se crea un escenario donde la infraestructura humana se fusiona con la naturaleza.
La Ruta 101 es uno de los caminos más particulares de la región, conectando Bernardo de Irigoyen con el Parque Nacional Iguazú. Durante este recorrido, los viajeros transitan por un entorno de gran biodiversidad, donde es posible avistar tucanes, monos e incluso grandes felinos en su hábitat natural.
Aunque gran parte del camino está asfaltado, un tramo aún conserva su característico ripio rojo, aportando autenticidad al viaje y acercando a los visitantes a la esencia del paisaje misionero.
Esta ruta menos transitada ofrece una inmersión directa en la selva atlántica, bordeando la frontera con Brasil y acercando a quienes la recorren tanto a la naturaleza como a comunidades locales.
3. El legado del Che Guevara en Misiones
El Solar del Che, ubicado en el municipio de Caraguatay, es una de las joyas ocultas misioneras que combina historia, naturaleza y memoria cultural.
En este espacio, los visitantes no solo encontrarán un rincón verde a orillas del río Paraná, sino también un sitio cargado de significado histórico: allí, Ernesto "Che" Guevara pasó parte de su infancia.
Este pequeño pueblo, situado entre la exuberante selva misionera y las costas del río, guarda los vestigios de la breve pero significativa estadía de la familia Guevara en 1927.
A través de su Casa Museo, ubicada en la reserva, los visitantes pueden explorar los primeros años del Che, sumergiéndose en los relatos que moldearon la identidad del que luego sería un ícono revolucionario.
A tan solo 100 metros del río Paraná, los miradores de la reserva permiten observar la Isla Caraguatay y las costas de Paraguay, ofreciendo vistas espectaculares que complementan la experiencia cultural.
Recientemente, fue declarada reserva natural-cultural provincial, experimentando un proceso de puesta en valor con mejoras en accesos, senderos, infraestructura y en su museo.
Otras noticias que pueden interesarte
Puerto Iguazú: un destino completo de Misiones al que siempre vale la pena volver
Descubrí Misiones a través de la inteligencia artificial: mirá cómo
Temas relacionados