Caen las primeras gotas, se levanta un viento fuerte y a la distancia se escuchan las primeras detonaciones de los truenos. Empieza entonces a sonar una alarma, a girar una alerta luminosa y los vuelos se cancelan, el aeropuerto detiene su operación.
Los avances tecnológicos han generado que el sistema aéreo pueda seguir operando incluso con climatología marginal. Sistema como el ILS (Instrument Landing System) permiten que se pueda aterrizar, por ejemplo, con visibilidad casi nula. Sin embargo, hoy por hoy, hay un fenómeno que es incluso más peligroso y que no puede ignorarse, aunque sí anticiparse: la actividad eléctrica.
El problema mayor es que la carga de combustible de los aviones, al menos en aeropuertos como los de Ezeiza y Aeroparque, se realiza desde la superficie. Es decir, un camión-tanque se acerca al avión y la carga de combustible se realiza desde plataforma. Por eso, es peligrosísimo que en esa instancia, caiga un rayo.
Vuelos en peligro
En 2018, se comenzó a instalar en los aeropuertos argentinos, a través de la EANA (Empresa Argentina de Navegación Aérea) un sistema se alerta de actividad eléctrica. La empresa que fabrica el sistema se llama Mardet y es de Estados Unidos.
El denominado Servicio de Detección de Actividad Eléctrica en Aeropuertos brinda información, detectando los rayos que se producen tanto entre nubes como aquellos que tienen impacto en tierra, e informando dónde se producen las descargas (ubicación geográfica con una precisión menor a 175 metros). Dichos datos permitirán estimar el efecto que dichas descargas podrán tener sobre los aeropuertos y sus operaciones.
En paralelo, el personal que trabaja en las plataformas de dichos aeropuertos recibió capacitación para conocer los protocolos de seguridad y planes de acción diseñados para proteger su integridad física cuando se active una alerta amarilla o roja de actividad eléctrica. El sistema permite además acortar los tiempos de suspensión de operaciones en los aeropuertos cuando se produce actividad eléctrica, evitando interrupciones innecesarias.
En definitiva, el nuevo sistema emite una alerta amarilla cuando detecta actividad eléctrica significativa a 15 km del aeropuerto, y envía mensajes a correos electrónicos y SMS a celulares del personal operativo pre-seleccionado y con funciones dentro del predio. En ese caso se considera que la situación podría derivar en una alerta roja a corto plazo.
Si se detecta actividad eléctrica dentro de un radio de 5 km desde el aeropuerto, el sistema emite una alerta roja, también avisando al personal operativo, y activa sirena y luces estroboscópicas de alerta en las áreas operativas abiertas del aeródromo. Si transcurren 10 minutos sin registrarse otra actividad eléctrica, las alertas cesan y el sistema vuelve a quedar en vigilancia permanente.
¿Qué aeropuertos argentinos lo tienen?
El Servicio de Detección de Actividad Eléctrica se instaló, además de en el Aeroparque Jorge Newbery y en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en los aeropuertos de:
- Córdoba
- Rosario
- Salta
- Tucumán
- Bahía Blanca
- Catamarca
- Formosa
- Iguazú
- Jujuy
- La Rioja
- Mar del Plata
- Mendoza
- Paraná
- Resistencia
- Río Cuarto
- San Fernando
- San Juan
- San Luis
- Santa Fe
- Santa Rosa
- Santiago del Estero
- Termas de Río Hondo
Temas relacionados