Destino casi virgen y poco explorado, salpicado de esteros, lagunas y caudalosos ríos, Chaco ofrece el ámbito ideal para gozar de la naturaleza, relajarse en aguas termales o darle rienda suelta a las artes.
10 razones para visitar Chaco
Asimismo, la preciada combinación entre la imponencia de lo natural y la riqueza de la cultura ancestral convierte a esta provincia en un atractivo turístico imperdible para todo visitante.
Hay mucho para ver en Chaco. Aquí un resumen con los 10 motivos para visitar la provincia:
-Esculturas. Conocida como la Capital Nacional de las Esculturas, Resistencia se transforma en un museo a cielo abierto. Allí se emplazan más de 600 obras de arte realizadas en madera, bronce y mármol, que se combinan con murales de reconocidos artistas nacionales. Al respecto el Museum es el lugar donde se concentran la mayor cantidad de estas esculturas, y en su antesala se erige la “rambla de las esculturas” con más de 30 trabajos artísticos.
En esta senda, la escultura del perro Fernando es una de las estrellas de Resistencia, y desde hace más de 60 años un símbolo de amistad para todos en la zona.
-Vida citadina. La capital provincial fusiona naturaleza y vida urbana. Rincones históricos, arte y bohemia invitan a adentrarse en la idiosincrasia de la ciudad capital, que en un primer golpe de vista se presenta como una urbe moderna y cosmopolita.
Los paseos comerciales, plazas y parques hacen de éste un destino de todo el año; mientras que conjuga una hotelería de primer nivel, una gastronomía regional, una intensa vida nocturna y una generosa agenda de espectáculos.
-Museos y centros culturales. El Museo del Hombre Chaqueño es el sitio ideal para comprender la historia de la provincia; al tiempo que el Centro Cultural Alternativo de Resistencia ofrece una diversa agenda cultural que incluye teatro, cine, danza, música y talleres de todo tipo.
- Parque Nacional El Impenetrable. En un entorno de agreste e inhóspita naturaleza, los caminos se internan y se pierden entre un tejido de grandes árboles, vegetación arbustiva, coloridas flores silvestres y algunos esteros pantanosos; al tiempo que los paisajes resultan ideales para disfrutar del turismo aventura.
Opciones en tierra y agua se mixturan para lograr el contacto con el impactante ambiente: travesías en lancha o en catamarán por los ríos, safaris fotográficos, observación de aves y cabalgatas por senderos agrestes, son sólo algunas de las alternativas con las que se deleitará el turista.
-Pueblos milenarios. En estas zonas la naturaleza se encuentra con las culturas originarias. Y en el encuentro con los pueblos mocoví, toba y wichi, y su cultura milenaria, se experimentará el Chaco más “vivo”.
Las costumbres y sabiduría de las comunidades nativas se hacen presentes en un escenario coronado por la inmensidad. A grandes distancias una de otra, las localidades que se alzan en la región permiten descubrir la cultura de los habitantes originarios. Las comunidades construyen sus casas utilizando paja, barro y troncos que obtienen del monte; conservan las tradiciones y costumbres de sus ancestros; y ofrecen las artesanías como un recuerdo del paso por estas tierras.
-Relax. Para escaparle a la rutina, Chaco propone aguas termales, piletas climatizadas y una gastronomía saludable. En este viaje al relax, a 158 km. de la capital chaqueña, las termas de Roque Sáenz Peña son la respuesta.
Ideales para una escapada de fin de semana, en el Complejo Termal los baños termales, turcos, sauna, diaforéticos y de hidroterapia, implican un inmediato beneficio: relax en el cuerpo, mejoría de algún dolor muscular y la piel más suave. Esta fuente de la juventud se puede combinar con alimentos orgánicos o un jugo recién exprimido de frutas de la zona. En este espacio también se ofrecen servicios de kinesiología, tratamientos con piedras calientes, cosmetología, pedicura, depilación y manicura.
-Desafío dorado. Con un pasado histórico y un presente turístico, la Isla del Cerrito es un imán para los pescadores que llegan hasta estas costas litoraleñas deseosos de la captura del combativo dorado.
Emplazada en la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay, a 54 km. de Resistencia, esta reserva natural, que está rodeada por otras cuatro islas, es uno de los principales destinos de pesca de la provincia. La temporada alta para domar al pez conocido como “tigre de los ríos” es de julio a noviembre, y su modalidad de pesca es con devolución, por ser considerado un “pez de interés nacional”. En tanto, desde la costa o embarcados, se capturan otras especies como amarillos, moncholos, bogas y surubíes.
-Suelo salpicado por cráteres. En busca de nuevas experiencias, en la reserva provincial Campo del Cielo el turista puede contemplar un territorio horadado de cráteres. Además, en este suelo regado de fragmentos de asteorides que datan de casi 5.000 años, yace el ejemplar más grande de América.
Naturaleza, leyendas y datos científicos sobre los aerolitos que se dieron y se dan en la zona son el aperitivo de la excursión; siendo el momento más esperado del camino el meteorito “El Chaco”, que pesa más de 37 toneladas.
En tanto, otro de los componentes especiales en Campo del Cielo lo aportan las cosmovisiones de los pueblos originarios, que suman narraciones de la lluvia de fuego y transportan a los turistas en el tiempo. En el paraje Las Víboras, el Museo del Cielo expone fragmentos de meteoritos, y en Villa Ángela hay un observatorio astronómico que completa el aprendizaje.
-Fiestas populares. Fiesta Nacional del Algodón, Fiesta Provincial del Inmigrante, Torneo Internacional de Pesca del dorado con Devolución entre otras importantes festividades esperan al turista cada año.
El carnaval es otro imperdible: cada verano Villa Ángela, Gral. San Martín, Quitilipi y Las Palmas se preparan con todo para estas fiestas.
-Gastronomía. La versatilidad de su gastronomía, que va de la cocina criolla a la regional y la internacional con influencias guaraníes, de los pueblos originarios y de los inmigrantes europeos, es otro de los condimentos para visitar Chaco.
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