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24 horas en Buenos Aires

Tener solo un día para hacer turismo en la ciudad de Buenos Aires puede originar un gran dilema sobre que dirección tomar o qué visitar. Aquí presentamos una idea general para aprovechar el minuto a minuto en la metrópoli porteña, desembarcando en los principales sitios de interés. 

¿”Ese edificio blanco que está allí será el Cabildo”?, me preguntó una señora de marcado acento español, en la puerta del Banco Francés, sucursal Catedral. Es un hecho: miles de turistas caminan por Buenos Aires, mapa en mano, adivinando un rumbo a seguir y así las horas se les escurren entre dilaciones sobre por dónde empezar y cómo abarcar una ciudad que espera ser descubierta.
Teniendo en cuenta que la escena antes descripta puede repetirse en cada cuadra del centro porteño, esta cronista ha elaborado un itinerario tentativo que abarca los atractivos más relevantes que pueden ser visitados en solo un día.

8.00 – El paseo comienza con una caminata por Avenida de Mayo, prestando atención a la multiplicidad de estilos arquitectónicos de fachadas, puertas y cúpulas, como las del edificio La Inmobiliaria, el Palacio Barolo, el pasaje Roverano, el hotel Chile, el hotel Castelar y la confitería London City.
Una buena sugerencia es hacer un alto en el paseo y desayunar en el café Tortoni, situado en el 825 de dicha avenida. Esta cafetería es un emblemático espacio porteño donde el café con leche con medialunas, acompañado de manteca y dulce de leche, es una delicia. Desde allí, es posible continuar caminando hacia Plaza de Mayo.

9.00 - Una recorrida por la plaza permite apreciar los edificios que conforman el área fundacional de la ciudad: el Cabildo, la Catedral, la Casa de Gobierno y el Banco Central, que ostenta una de las cúpulas más pesadas del mundo.
Desde la esquina noroeste de la plaza se obtiene una imagen panorámica de la Diagonal Norte y del símbolo de la ciudad: el Obelisco.
En el centro de la plaza se encuentra la Pirámide de Mayo, el primer monumento que tuvo la ciudad. Los pañuelos dibujados en el piso que rodean el monumento, son el emblema de las madres y abuelas de Plaza de Mayo, quienes giran semanalmente alrededor de la pirámide en memoria de sus hijos y nietos desaparecidos durante la dictadura militar (1976 -1983).

10.30 - La caminata prosigue hacia el área sur de la ciudad. Subiendo por Balcarce o Defensa se perfila el Buenos Aires antiguo, con sus calles angostas y empedradas, donde irrumpe el barrio de San Telmo.
El epicentro es la Plaza Dorrego, un espacio que surgió como lugar de descanso para los bueyes que en el siglo XVI transportaban mercancías en carretas desde y hacia el puerto.
San Telmo es un barrio que invita a caminarlo y así perderse en sus pequeños pasajes. Si es domingo, es imprescindible dejarse deslumbrar por los puestos de la Feria de Anticuarios, instalados en la plaza hace más de 30 años.
En los alrededores, distintos bares y cafés ofrecen deliciosas picadas con cerveza artesanal, ideales para recobrar las energías y continuar el trayecto hacia La Boca. Pero antes una pasada por el monumento a Mafalda, que en 2014 celebra su 50º aniversario: está en Defensa y Chile.

12.00 - Desde la Plaza Dorrego es aconsejable tomar un taxi que en un par de minutos, llegará al barrio donde se emplaza el primer puerto natural de la ciudad: La Boca.
En los “conventillos”, aquellas construcciones coloridas fabricadas en zinc y madera, se instalaron los primeros inmigrantes italianos que llegaron a estas tierras, provenientes de Génova.
Es preciso también recorrer el Museo Calle Caminito, una exposición artística al aire libre que finaliza a orillas del Riachuelo. Desde allí se obtiene una buena panorámica del complejo Quinqueliano conformado por el Teatro de la Ribera, el Museo de Bellas Artes Benito Quinquela Martín y la Escuela Pedro de Mendoza. Allí, las pinceladas del artista Quinquela Martín inmortalizaron este particular y colorido barrio porteño.
Es imposible alejarse del barrio sin conocer el Club Atlético Boca Juniors, donde la pasión por el fútbol reconoce un fervor inigualable.

13.30 - Abandonando la zona sur e imitando el derrotero que desarrolló el tango, acorde a cómo fue evolucionando, de sur a norte, se arriba a Puerto Madero. Se trata de un enclave ideal para almorzar, ya que ofrece variadas propuestas gastronómicas entre las que se destacan las parrillas.
Además puede resultar relajante caminar por la ribera admirando el Puente de la Mujer, la fragata Sarmiento y los diques donde aparcan pequeñas y exclusivas embarcaciones.

15.30 - Desde Puerto Madero rumbo al norte de la ciudad, emerge el coqueto barrio de Recoleta, que tiene su epicentro en la plaza Intendente Alvear. Allí, durante los fines de semana hay una feria artesanal que funciona como eje distribuidor de varios atractivos, como la iglesia del Pilar y el Cementerio de la Recoleta, donde descansan los restos de Eva Perón, entre otras grandes personalidades de la historia argentina. El Centro Cultural Recoleta, con sus terrazas gastronómicas y el Museo Nacional de Bellas Artes completan la oferta del área.
Para finalizar este recorrido se sugiere un alto en la confitería La Biela, en la esquina más tradicional del barrio (Quintana y Roberto Ortiz).

20.00: Al caer la tarde, Palermo, el barrio más grande de Buenos Aires, ofrece una innumerable cantidad de propuestas nocturnas. Perderse por los alrededores de las plazas Cortázar y Armenia, y tomar un aperitivo y continuar la aventura gastronómica en otro barrio, es una buena alternativa. Quienes prefieran una cena relajada pueden acercarse a las pizzerías de Avenida Corrientes como Banchero, en Corrientes y Talcahuano; Güerrin, Corrientes 1368; Las Cuartetas, Corrientes 838; Los Inmortales, Corrientes 1369 o El Cuartito -altamente recomendable-, en Talcahuano 937.

23:30: Para finalizar estas intensas horas en la ciudad es indispensable conocer una milonga. Quienes visiten La Ideal, La Catedral, El Beso o La Viruta se llevarán una idea cabal de lo que representa el tango en el espíritu porteño.

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