Además de los paisajes de ensueño, la nieve, los deportes y la naturaleza, Bariloche cuenta con una increíble oferta gastronómica que unen los sabores autóctonos con los traídos por los inmigrantes europeos.
Desde los platos ancestrales como el curanto hasta los increíbles chocolates característicos de la región, esta ciudad nos regala platos que ningún viajero se puede perder. Te proponemos 10 para que empieces a tentarte.
1. Trucha patagónica
Uno de los platos icónicos de esta ciudad es la trucha, pez que abunda en los ríos de la región además de ser criada en establecimientos en donde se asegura la sostenibilidad de la especie en su habitar natural.
La trucha patagónica se puede disfrutar fresca o ahumada, acompañada de una amplia variedad de salsas y guarniciones.
Los precios de estos platos comienzan desde $5.000 y muchas veces las porciones son grandes, ideales para compartir.
2. Cordero patagónico
El cordero es una elección popular si de carnes se trata ya que tiene muy poca grasa, tierna y un sabor particular. Todas las variedades de esta carne son deliciosas.
En la cocina patagónica, el cordero se prepara de diversas formas, siendo el asado uno de los métodos más populares.
El asado de cordero patagónico se suele preparar a la cruz, utilizando madera de árboles nativos para generar el fuego y el humo que aporta un sabor ahumado característico.
Además de asado, esta carne se pueden encontrar en otras cocciones: al disco, en guisos, ahumado, como relleno de empanas o en pastas.
Las porciones de cordero a la cruz comienzan en $5.500 y, al igual que la trucha, son abundantes.
3. Productos ahumados de Bariloche
En la gastronomía de la Patagonia argentina, el ahumado ha sido una técnica tradicionalmente utilizada para preservar y realzar el sabor de la carne.
Se originó como una forma de preservar los alimentos en épocas en las que no existían los métodos modernos de refrigeración. Al exponer los alimentos al humo, se reducía la actividad bacteriana y se evitaba el deterioro rápido de los productos perecederos
La región patagónica es conocida por sus asados y ahumados, donde se emplea madera de árboles nativos, como el ñire o el lenga, para generar el humo característico.
Hay una amplia variedad de productos ahumados disponibles, como el cordero, jabalí, el ciervo, salmón, salames y una gran selección de quesos.
4. La cocina de montaña
La cocina de montaña es elegida en las noches frías de verano o durante el invierno, en donde cobran protagonismo los platos como guisos o fondue de quesos.
Estas preparaciones se puede disfrutar en muchos restaurantes, pero quienes hayan caminado largas distancias para llegar a un refugio de montaña son los que más van a apreciar esta experiencia gastronómica.
Los viajeros, rodeados de impresionantes paisajes de montaña y lagunas, pueden disfrutar de platos calientes y reconfortantes. Una cena completa en un refugio de montaña puede costar desde $5.500 con entrada, plato principal y postre.
5. Los hongos de pino
Los hongos de pino son otro producto destacado dentro de la ciudad. Los bosques producen éste sabroso ingrediente que está presente en todas las cocinas. Estos hongos son cosechados en otoño en los bosques húmeros.
Los chefs los recolectan y luego los secan y envasan cuidadosamente, para respetar y conservar producto natural de manera óptima.
Estas setas luego se convierten en deliciosas salsas y rellenos, volviéndose así las protagonistas de platos intensos y característicos de la región.
6. La tradición del curanto
El curanto, de origen araucano, es un alimento ancestral que fue traído a la región desde Chile por una la reconocida familia Goye, destacada en la ciudad de Bariloche.
El plato es parte de una ceremonia legendaria: la preparación consiste en hacer un pozo en la tierra para luego introducir piedras calientes que se tapan con hojas de nalca o maqui. Sobre las hojas van apoyados los productos que finalmente serán tapados por más hojas, telas húmedas y tierra.
La preparación del curanto es un espectáculo que vale la pena presenciar, así como probar el resultado final de este método de cocción tradicional proveniente de los pueblos originarios de la Patagonia argentino-chilena.
Entre los ingredientes se encuentran una amplia variedad de verduras y carnes. Al ser una comida tan especial, se prepara lugares o circunstancias especiales. Una de ellas es la localidad de Colonia Suiza, donde se elabora los miércoles, sábados y domingos, solamente al mediodía. El costo de un plato para dos personas es de $6.500 y de $5.500 para una persona.
7. Cervezas artesanales de la Patagonia
Visitar cervecerías es una actividad que nunca falla y en Bariloche la cervezas artesanales son acompañamiento importante que no hay que dejar de lado, ya que la ciudad destaca en la materia.
Desde hace casi 100 años se produce allí una amplia variedad de cervezas artesanales y, desde hace 3 años, cada febrero se realiza el Festival de la Cerveza Artesanal.
En este evento las principales fábricas de cerveza exhiben sus productos. Además, en el festival hay food trucks de distintos restaurantes de la ciudad y una agenda artística imperdible que trae a diferentes músicos y artistas cada año.
El costo promedio de una cerveza artesanal junto con una hamburguesa es de $4.500 por persona.
8. El té de las 5 p.m.
La tradición del té de las 5 p.m. es una experiencia que hay que disfrutar en una visita a la ciudad de Bariloche.
Es una actividad hermosa para compartir con la familia, pareja o amigos y hay una gran variedad de opciones para todos los gustos: desde elegantes hoteles hasta lugares acogedores con un estilo casero.
La ciudad patagónica cuenta con una amplia variedad de casas de té que ofrecen experiencias inolvidables para los viajeros. Bariloche es una ciudad que cuenta con numerosos y deliciosos rincones que capturan el corazón de los visitantes.
Un menú en una casa de té suele ofrecer opciones con los frutos rojos autóctonos de la región, como mermeladas, tortas y dulces con rosa mosqueta, mora, calafate, maqui y guindas.
El té completo para dos personas, que incluye productos dulces y salados junto con una infusión cuesta aproximadamente $6.500.
9. El chocolate de Bariloche
Al escuchar la palabra Bariloche es inevitable pensar en el chocolate. Se trata del producto preferido de los turistas, que en cada viaje se llevan por lo menos una caja de este riquísimo producto.
La ciudad se destaca en el rubro ofreciendo chocolates de excelente calidad, con muchas combinaciones y distintos sabores, entre ellas los rellenos.
El chocolate es un ícono en la región tanto que la ciudad de Bariloche fue nombrada Capital Nacional del Chocolate. En Semana Santa la ciudad se vuelve sede de la Fiesta Nacional del Chocolate, con actividades para toda la familia entre ellas degustaciones y la elaboración de la barra de chocolate más grande del mundo, con una longitud de 215 metros.
El precio del kilo de chocolate premium es de $14.000 en las reconocidas chocolaterías, pero a lo largo de la calle Mitre hay muchas opciones y ofertas en donde es posible encontrar el kilo de chocolate desde $6.500.
10. Los helados artesanales
Además del chocolate, entre lo dulce se destaca el helado. Muchas de las chocolaterías también cuentan con su propia heladería donde crean helados únicos, destacados por la frescura y calidad de un producto recién hecho.
Un atractivo de estas heladerías es la creatividad en los sabores. Además de los clásicos, es normal encontrar helados que utilizan productos de la región, consiguiendo así un helado fascinante y único.
Algunos helados tienen nombres sugestivos y ocurrentes, como el "Sauco de la pasión" que es mousse de maracuyá con dulce de sauco, "Patagonia mía", "Frambuesa nevada", "Mousse del Piltri", "Crema de otoño", "Calafate con leche de oveja" y "Glaciar de coco", entre otros.
En las heladerías premium de la calle Mitre se puede disfrutar de estos sabores por un precio aproximado de $4.400, pero también hay heladerías en donde el kilo se puede conseguir a partir de $2.500.
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