Quienes estuvieron en La Habana y se quedaron con ganas de más, los que hicieron una escapada a Varadero en busca de la playa ideal pero desean descubrir nuevos paraísos, entonces aquí les proponemos un circuito de 15 días para hacer en Cuba.
La Habana
Capital de Cuba, La Habana ha sabido conservar como pocas ciudades americanas el patrimonio arquitectónico de su pasado colonial que se deja ver en palacetes y mansiones, plazas, calles adoquinadas, iglesias, añosas fortalezas y fragmentos de su antigua muralla.
Sólo decir que La Habana Vieja y su sistema de fortificaciones fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco. Y en el 2014 fue reconocida como una de las 7 ciudades Maravilla del Mundo.
El primer día de paseo por La Habana se lo dedicamos a la parte vieja para admirar sus construcciones añosas en las calles Obispo, Oficios, O ‘Reilly, Mercaderes; y llegar hasta las plazas de San Francisco de Asís con su convento, la Vieja que siempre está animada o la de Armas donde se levanta un mercado de libros usados. Sin olvidarse de la plaza que se corona con el edificio barroco de la Catedral, para luego tomar un mojito en La Bodeguita del Medio.
En esta misma área (para una segunda jornada) también puede visitarse el Museo de la Revolución, que alberga hay 38 salas de exposición con alrededor de 9 mil piezas de distintas etapas de la lucha independentista, entre ellas documentos, fotografías, videos, una escultura a tamaño natural del Che Guevara, banderas, armamento y trajes militares. A unas cuadras se yergue otro espacio interesante: el Museo de Bellas Artes y muy cerca el bar Floridita, otro ícono habanero.
Para culminar la visita por esta zona y previo paso por el Parque Morro-Cabaña (el Castillo de los Tres Reyes del Morro y la fortaleza de San Carlos de la Cabaña) hay que relajarse en el Malecón, sobre todo al caer la tarde, antes de iniciar el recorrido nocturno hacia el Cabaret Tropicana.
El tercer día, en Centro Habana, pegado a La Habana Vieja, vale la pena visitar el Gran Teatro de La Habana, el Capitolio, el Hotel Inglaterra, la Plaza de la Revolución y el Hotel Nacional de Cuba.
Playa de Varadero
A 150 km. de La Habana se encuentra la playa de Varadero, con un sinnúmero de resorts, que la convirtió en la más admirable de las playas cubanas.
Aquí proponemos permanecer al menos dos días para relajarse a la vera del mar. Las estadías típicas, sin embargo, suelen extenderse una semana.
Cienfuegos
Hacia la otra costa, la del Caribe, a unos 180 km. de Varadero, se emplaza Cienfuegos. Conocida como la Perla del Sur, este destino tiene una notable herencia francesa que sobresale en muchas de sus construcciones.
Numerosos asentamientos aborígenes y asiduas visitas de corsarios y piratas también forman parte de la historia de esta ciudad pródiga en leyendas.
Su bien conservado centro Histórico Urbano fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Su condición de ciudad marinera hace que disponga de múltiples facilidades para las actividades náuticas y el buceo.
¿Qué hacer en Cienfuegos? En una visita de al menos un día hay que conocer el Arco de Triunfo, la Catedral de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, el Teatro Tomás Terry, el Palacio Ferrer, la Plaza de Armas, la Casa del fundador, el Palacio de Valle y la Fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua.
Trinidad
A 80 km. sobre la misma costa, se encuentra Trinidad, considerada la “ciudad museo de Cuba”. Calles adoquinadas con majestuosas construcciones devenidas en museos, plazas y plazuelas conforman su Centro Histórico.
Declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1988, la antigua villa de la Santísima Trinidad de Cuba –fundada en el siglo XVI– es una joya arquitectónica de América.
Entre los imperdibles para un paseos en Trinidad figuran la Plaza Mayor, la Taberna La Canchánchara, las iglesias Parroquial Santísima Trinidad y Santa Ana, y la Plazuela de Segarte.
Muy cerca, y para una segunda jornada, se encuentran el Valle de los Ingenios y la torre de Manaca-Iznaga –ambos Patrimonio de la Humanidad–; y las playas Ancón y María del Pilar.
Santa Clara
A casi 100 km. hacia el centro de Cuba se descubre una provincia con atractivos naturales diversos, que van desde lo alto del macizo montañoso Guamuhaya –más conocido como la Sierra del Escambray, donde se localiza el Paisaje Natural Protegido Hanabanilla–, hasta el encanto de sus playas vírgenes en cayos de increíble belleza.
En Villa Clara es posible darse una vuelta por el Conjunto Escultórico Memorial Ernesto Che Guevara y monumento al Tren Blindado, el Teatro La Caridad, el Museo de Artes Decorativas y el Parque Leoncio Vidal (Monumento Nacional).
Luego continuamos hacia la costa hasta Remedios (distante a 45 km.), donde conocer las iglesias Parroquial Mayor y del Buen Viaje, los museos de Las Parrandas y de la Música Alejandro García Caturla así como el Museo Municipal Francisco Javier Balmaseda.
Ahora es momento de relajarse en los cayos de Villa Clara: Las Brujas, Ensenachos y Santa María, unidos al poblado marinero de Caibarién por un pedraplén de 48 km. Este lugar, declarado Reserva de la Biosfera, es un ejemplo de armoniosa combinación de naturaleza e ingeniería reconocido internacionalmente.
Camagüey
Unos 250 km. unen a Remedios con Camagüey (una jornada de visita), la ciudad fundada en 1514, lo que implica que fue una de las primeras siete villas instituidas en Cuba por los españoles. Su Centro Histórico Urbano, el más extenso de la isla, es Patrimonio de la Humanidad.
Entre las visitas recomendadas figuran la plaza de San Juan de Dios, una de las edificaciones más antiguas y mejor conservadas; las iglesias La Soledad, La Merced, La Catedral, San Juan de Dios y Sagrado Corazón de Jesús; y Funda del Catre, la calle más estrecha de Cuba.
Playas de Holguín
El descubrimiento del nuevo mundo compensó a Cristóbal Colón al poner en su camino esta porción de tierra asombrosa. Holguín constituye uno de los más ricos escenarios de la naturaleza cubana y se ha desarrollado como uno de principales destinos turísticos de la isla.
Entre las playas más populares figuran Guardalavaca, Don Lino, Esmeralda y Pesquero. Pero antes un recorrido por la ciudad y sus alrededores para conocer el Museo La Periquera, Loma de la Cruz, Plaza de la Marqueta; Parque Monumento Nacional Bariay; Museo Indocubano Baní; Aldea Taína, entre otros.
Santiago de Cuba
Otro tramo del viaje extenso: casi 200 km. para llegar a Santiago de Cuba, para pasar un día.
Vinculada a la historia de Cuba, Santiago es conocida como la “Ciudad Héroe”. Conservadora de sus tradiciones, atesora una cultura. Así, por ejemplo, la Tumba Francesa, una expresión cultural que nació con la llegada de los hacendados franceses y sus esclavos provenientes de Haití en 1791, es patrimonio mundial.
En la ciudad hay que conocer el parque Céspedes, antigua Plaza de Armas de la villa; la calle Padre Pico; el Museo Histórico 26 de Julio y la Granjita Siboney, vinculados a la historia de Cuba; el Castillo de San Pedro de la Roca –Patrimonio Cultural de la Humanidad–; y la Basílica del Cobre y Virgen de la Caridad del Cobre (Patrona de Cuba).
Rodeada por la cordillera de la Sierra Maestra, Santiago posee la mayor elevación de Cuba: el Pico Real del Turquino, con 1.974 msnm.
Baracoa
Ubicada en provincia de Guantánamo, Baracoa (visita de una jornada), fue la primera villa instituida por los españoles en Cuba. Posee una naturaleza fascinante: no es la típica urbe colonial de grandes mansiones, plazas centrales y calles adoquinadas, como otras de la isla, sino más bien un pueblo apacible de tradiciones ancestrales.
Baracoa esconde más de 60 sitios arqueológicos relacionados con las civilizaciones nativas de la isla. El Yunque de Baracoa, símbolo distintivo de la región, fue descrito por Cristóbal Colón en las anotaciones hechas en su diario asociado al primer viaje, en 1492. Por su notoria magnificencia, el tiempo lo hizo convertirse en punto de orientación de los mares adyacentes.
Entre las visitas recomendadas figuran la Reserva de la Biosfera Cuchillas del Toa; el Fuerte Matachín; los ríos Miel y Toa; el Paso de los Alemanes; Abra del río Yumurí; y la Iglesia Parroquial Mayor, protectora de la Cruz de la Parra.