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“El Chaku”, herencia incaica y sustentable

Catamarca recupera una práctica ancestral originaria de los incas ligada a la esquila de la vicuña, cuya lana es preciada a nivel mundial. Se trata del Chaku, que se lleva adelante en noviembre en Laguna Blanca, donde los turistas también pueden participar de esta actividad envuelta de ritos de nuestros antepasados.

Los incas nunca imaginaron que el ritual que envuelve a la esquila y tratamiento de la fibra de la vicuña, llamado el Chaku, iba a convertirse en una atracción turística. Cada tres años esta civilización llevaba adelante dicha práctica que consistía en el arreo de los animales hasta los corrales de piedra para contarlas y luego esquilarlas, siempre respetando a la Madre Tierra. Sin embargo, con la llegada de los conquistadores las vicuñas comenzaron a ser blanco fácil para la caza.

La situación cambió cuando la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza declaró a esta especie protegida y vulnerable, lo que contribuyó al aumento en su población. Actualmente, y en sintonía con esta premisa, se recupera el chaku como símbolo incaico y como forma de respeto a la naturaleza.

LAGUNA BLANCA, EPICENTRO DEL RITUAL.

La cita es en noviembre, en Laguna Blanca (Catamarca), donde un chamán lleva adelante la ceremonia que se inicia con una ofrenda a la Pachamama. Su voz se alza para solicitarle a la Madre Tierra que sea generosa y que conceda un buen Chaku.

Luego se procede al encierro, primero a través de un corral permanente de gran tamaño que incluye la zona de pastaje y abrevaderos. Mientras que el segundo día es el encierro final mediante un cordón humano. Así, los ejemplares son separados, revisados, sexados y registrados por personal de la Secretaría de Estado del Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia para luego decidir si el animal está en condiciones de ser esquilado.

Si el veredicto es negativo por fibra muy corta o escasa es inmediatamente liberado. En caso contrario dos comuneros toman de las patas a la vicuña y le quitan el vellón. Posteriormente una veterinaria revisa al animal y lo libera si está en condiciones.

Cabe destacar que durante la esquila siempre está presente un médico veterinario y un inspector que fiscaliza todo el proceso.

El vellón de cada ejemplar se coloca en un balde, se le extrae la tierra, la pesan, registran y guardan en una bolsa.

Esta materia prima deviene en hilado y en tejidos que se producen en telares rústicos: el proceso puede demorar unos 60 días de intenso trabajo.

El ritual de la esquila constituye una verdadera celebración popular donde no faltan muestras de artesanías, bailes, canto y comidas regionales.

 

TIPS PARA EL VIAJERO

Vicuñas en Catamarca: solo las vicuñas de Jujuy y Catamarca pueden ser aprovechadas para la producción de lana. Se obtienen 800 kg anuales: el 81% proviene de las vicuñas silvestres catamarqueñas. Casi todo se exporta a Europa.

Actividades: hay otras actividades que se pueden hacer en la Reserva de la Biosfera de Laguna Blanca: observación de flora y fauna, avistaje de aves acuáticas de altura, caminatas, turismo cultural y étnico.

Alojamiento: hay una hostería y un hostal dentro de la reserva. En los alrededores, a unos 60/80 km., existen otras posibilidades (El Peñón, Barranca Larga, Villa Vill, Belén y Hualfín).

Informes: www.turismocatamarca.gob.ar.

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