Argentina no deja de sorprender con nuevas propuestas turísticas en todas sus regiones. En este caso, hablamos de un fenómeno muy poco conocido entre los viajeros: los pueblos peatonales. Se trata de localidades donde se limita o se prohíbe el tránsito de vehículos motorizados, para así generar un entorno más amigable, seguro y saludable en tus escapadas.
Estos son los 3 pueblos peatonales de Argentina para hacer escapadas diferentes en el fin de semana.
La Argentina cuenta con tres destinos peatonales muy populares: La Carolina, La Cumbrecita y Villa Traful que, si bien no es 100% peatonal, tiene como tendencia ser recorrido a pie.
1- La Carolina, uno de los pueblos más lindos de Argentina
A tan solo 83 km. de la ciudad de San Luis, La Carolina se presenta como el destino ideal para escapadas de fin de semana. Enclavado en el corazón de las Sierras Centrales, este pequeño pueblo invita a desconectarse del ritmo urbano y sumergirse en la historia, la naturaleza y la tranquilidad.
Uno de los pueblos argentinos distinguidos entre los mejores del mundo por ONU Turismo en 2023, La Carolina, ha decidido convertirse en peatonal, para preservar su entorno natural, sus calles empedradas y su tranquilidad.
Con poco más de 250 habitantes, La Carolina conserva una esencia colonial única, visible en su calle principal empedrada y en las antiguas casas de piedra que la rodean. El tiempo parece haberse detenido en este lugar que alguna vez fue testigo de la fiebre del oro, donde aún se mantienen las bocaminas, túneles y leyendas de buscadores de tesoros.
Uno de los grandes atractivos del pueblo es la visita a la mina de oro “Buena Esperanza”, un recorrido subterráneo que cautiva tanto a niños como a adultos, permitiendo imaginar cómo era la vida de los mineros que alguna vez trabajaron en esas profundidades.
Más excursiones para para hacer en San Luis, específicamente en La Carolina, son:
- Caminatas que llevan hacia varios cerros volcánicos
- Visitar un balneario rodeado de árboles
- Interactuar con llamas
- Conocer cómo se hace el tejido con su lana
2- Trekking y caminatas por La Cumbrecita
Ubicada entre los paisajes serranos de Córdoba, La Cumbrecita es una joya turística que combina naturaleza, tranquilidad y una arquitectura con aires europeos
Este pintoresco paraje es reconocido por ser el primer pueblo peatonal del país, lo que lo convierte en un destino único para quienes buscan desconectar del ruido urbano.
Rodeada de bosques de pinos, calles de tierra y aire puro, La Cumbrecita invita a explorarla a pie, disfrutando cada detalle de su entorno. El trekking es una de las propuestas favoritas de los visitantes, con recorridos de diferentes niveles de dificultad. Dos de los más conocidos son el que bordea el Arroyo Las Mojarras y el que recorre el casco histórico del pueblo.
Para los que desean sumar otras experiencias a su visita, el lugar también ofrece alternativas como caminatas entre árboles (arborismo), paseos a caballo y excursiones organizadas, ideales para el otoño.
Otro gran atractivo de La Cumbrecita es su gastronomía con raíces centroeuropeas. Allí se pueden encontrar restaurantes y cervecerías artesanales que destacan por su calidad y variedad, perfectos para quienes buscan disfrutar de buena comida en un entorno serrano.
3- Paisajes soñados en Villa Traful
Rodeada por la majestuosidad de cerros, ríos cristalinos, lagos de aguas limpias y frondosos bosques, Villa Traful se posiciona como un destino patagónico ideal, elegido por viajeros de todas partes del mundo por su increíble entorno natural y su variedad de actividades al aire libre.
Esta encantadora villa se encuentra al sur de Neuquén y conserva un ambiente tranquilo y auténtico, con una población estable que no supera las 500 personas.
El principal atractivo de la zona es el lago Traful, un espejo de agua de tonos verdes y turquesa que parecen sacados de una joya preciosa. Es el sitio perfecto para realizar paseos en lancha o bote, y admirar desde el agua los imponentes paisajes que combinan montañas y vegetación.
Uno de los secretos más fascinantes del lago es el bosque sumergido, un conjunto de árboles que permanecen en pie bajo el agua, a unos 30 metros de profundidad. Este fenómeno natural ofrece una experiencia única para quienes practican buceo en épocas de calor, ya que permite explorar un paisaje submarino completamente diferente.
La región también es ideal para quienes disfrutan de las caminatas. En los alrededores hay numerosas rutas y senderos para hacer trekking, con opciones que van desde recorridos breves y sencillos hasta travesías más desafiantes por cerros y elevaciones.
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