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Esquel

Glaciar Torrecillas: el altivo custodio del Parque Nacional Los Alerces

Al noreste de Esquel, esta gran masa de hielo se sostiene como una carpa de circo entre montañas. A su alrededor se expande un parque multicolor que asombra cada vez más a sus visitantes.

El glaciar Torrecillas se halla en una zona de transición entre el bosque andino patagónico y la selva valdiviana, en la que la diversidad paisajística muta con las estaciones, ofreciendo postales inenarrables de majestuosa y dinámica belleza.

Allí conviven especies arbóreas de selva como el tineo con otras características del bosque andino como el coihue. De un paisaje de vegetación de altura se arriba a un entramado de bonsáis, de edad similar, pero cuyas raíces disputan terreno con desechos de glaciar y grandes formaciones rocosas. El agua es el elemento central del paisaje: en estado sólido en el manto superior del glaciar y desbordante en celestes cuando se convierte en laguna.

En el punto superior del glaciar colgante, desprendimientos conforman un ventisquero o glaciar regenerado, desde el cual se va delineando la laguna de formación glaciaria del Antiguo, de 50 metros de profundidad y un kilómetro de largo. Este espejo de agua, de brillante turquesa, crece año tras año en tanto el glaciar retrocede.

Glaciar Torrecillas
La laguna turquesa es protagonista durante el verano.
La laguna turquesa es protagonista durante el verano.

Sobre una montaña de 2253 metros, una de las más altas del Parque Nacional Los Alerces, el glaciar Torrecillas se despliega como un manto blanco y helado que atraviesa las nubes. Al tener su cara al sur, recibe menos luz solar y es por ello que se conserva su formación glaciaria. Desde el lago, conmueve la imagen de una inmensa pared frontal de casi 200 metros, de impoluto blanco en la cima, contaminada de puntillado verde mientras va acercándose a la base. De alguna manera, el glaciar es el gran creador de todos los paisajes que lo escoltan.

El paisaje blanco del invierno es imponente, ofreciendo como postal impensada a la laguna congelada. No se distingue el fin del principio del glaciar entre tanto blanco. Al descongelarse la laguna, un centro residual de hielo se irá achicando mientras el resto va recuperando su turquesa habitual, en una progresión fastuosa.

PERLA INVALUABLE.

Glaciar de circo, el Torrecillas está ubicado en una zona del Parque Nacional Los Alerces preservada de la presencia humana, que recibe unos tres mil milímetros de lluvias al año. Los glaciares se derriten naturalmente porque no estamos en época glaciaria. Pero también por el calentamiento global generado por acción humana.

Glaciar Torrecillas 1
El glaciar cuelga de varias montañas.
El glaciar cuelga de varias montañas.

Testimonio vivo de un tiempo en que todo fue blanco, sobreviviente del fin de la glaciación, cada año amenazado por el calentamiento que impone el desarrollo global de la presencia humana. Altivo, entre los verdes, emblema del Parque Nacional Los Alerces brilla el Glaciar Torrecillas, perla invaluable sobre el paisaje de bosque andino patagónico y selva valdiviana, como ancestral guardián protector.

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