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Gastronomía

El arte de servir la mesa

La amabilidad del pueblo mendocino se disfruta en sus mesas. Allí sirven platos a base de oliva, tomates, frutos secos, chivito y truchas, entre otros manjares. A la par del desarrollo vitivinícola, en la última década este destino supo crear una gastronomía con identidad propia y de alta gama.

La tierra que sabe producir excelentes vinos, también supo desarrollar una excelente gastronomía. Los platos en este destino no se crean solamente como complemento o para maridarlos con su cepa emblemática, el malbec; sino que la cocina tiene identidad propia y logró en la última década alcanzar un alto nivel profesional.

La amabilidad de los mendocinos se aprecia en la forma en que sirven la mesa y atienden al comensal. Mientras que los recursos y las materias primas para crear excelentes recetas están asegurados en estas tierras.

En el caso de las carnes, los referentes son el chivito, el cordero y el ternero, como también el pejerrey y las truchas. No sólo se pueden saborear en restaurantes y parrilladas, sino también en puestos y estancias. En localidades cercanas a las montañas o en zonas más desérticas, el turista puede participar del ritual de asar carnes a las brasas o a las llamas.

En esta propuesta, las picadas son infaltables. Y los protagonistas son las exquisitas aceitunas (condimentadas, enteras, descarozadas o rellenas con morrones), los frutos secos, los tomates secos y los quesos saborizados.

A esto se suman los productos asociados a los cultivos mediterráneos como la vid y el olivo. Acompañando el desarrollo de la vitivinicultura, las bodegas invitan a disfrutar de platos gourmet, contemplando los viñedos al pie de los Andes.

Otras de las especialidades vernáculas que se pueden saborear en Mendoza son el locro, la humita en chala, las empanadas fritas o al horno, y el sabroso tomaticán, elaborado con tomates de chacra, cebollita de verdeo y huevo, ideal para degustar con vino blanco frutado.

Asimismo, se destaca la producción de frutas mediterráneas como uvas, manzanas, duraznos, peras, ciruelas, cerezas, sandías y melones; además del cultivo de nueces, almendras y castañas. Estas producciones son la base de los dulces regionales, conservas, confituras y postres que se combinan muy bien con el chocolate.

LA CIUDAD SEÑORIAL.

A pesar del frío del invierno, el sol en Mendoza siempre abriga y siempre está presente. Las mañanas en esta ciudad no tienen el ritmo desenfrenado de cualquier otra capital provincial. Por eso una caminata por la aristocrática arteria Emilio Civit es una excelente opción. Veredas anchas y adoquinadas, jardines y la vista de los mejores caserones de la ciudad conforman el escenario.

En este recorrido nada mejor que detenerse en la confitería Via Civit. Allí se sirve el té, nacional o importado, en tazas de porcelana y acompañado por pastelería artesanal. El diseño del local y la presentación del desayuno, complementan a la perfección el paseo por la señorial avenida.

Asimismo, hacia el final de la calle se avizoran los portones de entrada al Parque General San Martín. Este pulmón verde no sólo alberga el Estadio Malvinas Argentinas, un jardín zoológico y el cerro de la Gloria; sino que también esconde un excelente espacio gastronómico: Las Vizcacheras. La especialidad de la casa son los sándwiches de lomitos, lomos de cerdo y pechuguita de pollo a la plancha. Las vistas de los espacios verdes son inmejorables, al igual que las crocantes papas fritas que acompañan los emparedados.

Por otra parte, en los últimos años abrieron en la ciudad varios establecimientos gastronómicos con estéticas y cartas muy cuidadas. Tal es el caso de El 23 Gran Bar, que se especializa en tapas. Es una antigua casona ambientada en forma exquisita donde destacan los vinos, tragos, y las tardes de té (sábados de 18 a 21).

Otro recomendado es Florentino Bistro. Un lugar intimista ubicado en una casa de los años 30 frente a la plaza Italia. Café, licuados, tragos, vinos por copa y cenas tempranas se sirven en el espacio interior como en el jardín florido del caserón.

En la localidad de Vistalba, a pocos minutos de la ciudad, se encuentra Katharina, el restaurante del hotel boutique Entre Cielos. Abierto de lunes a domingo ofrece desayunos, almuerzos, servicios de té y cenas. Recientemente presentó su carta de "Alta cocina mendocina", cuyos destacados son el strudell de morcillas y manzanas con gremolata de rocoto (entrada), ragout invernal de jabalí con ñoquetes de queso de cabra (principal) y el paper wrap de manzana con mousse de dulce de leche (postre).

Finalmente, una marca local que creció y se convirtió en una cadena de 14 locales es Ferruccio Soppelsa. La empresa familiar, dedicada a la elaboración de helados artesanales, conserva la casa central sobre la avenida Emilio Civit. Allí se pueden degustar las cremas, postres helados, tortas y cafés.

DESTINOS CERCANOS.

Asimismo, las rutas gastronómicas en Mendoza se extienden más allá de la capital. Tal es el caso de Malargüe, tierra elegida por inmigrantes y puesteros que dejaron como legado exquisitas recetas, artesanías, fiestas populares y leyendas.

Su patrimonio gastronómico tiene al chivito y la trucha como los máximos exponentes, fusionados con productos agrícolas como la papa, el ajo y las hierbas nativas. Mientras se descubren los paisajes montañosos o se disfruta de la Fiesta Nacional del Chivo, se pueden degustar exquisiteces como la trucha ahumada, el jamón de cabra en aceite de oliva o el chivito asado.

Un territorio que alberga las mejores bodegas del país es Maipú. Sin embargo, la producción de vinos se complementa con el desarrollo olivícola y frutihortícola. En este partido fincas, chacras y granjas invitan a conocer y degustar productos artesanales.

La ruta del olivo es uno de los nuevos atractivos turísticos, que recorre establecimientos que se dedican a la elaboración de aceitunas y aceites de oliva. Un buen ejemplo es Maguay, un emprendimiento familiar con 30 años de trayectoria. Los propios dueños invitan a desandar los campos de olivares, mientras relatan el proceso de cultivo y de elaboración de cada producto.

TIPS PARA EL VIAJERO

Clima: el verano es cálido y húmedo; además de ser la época más lluviosa y con temperaturas medias por encima de los 25°C. El invierno es frío y más seco, con temperaturas medias por debajo de los 8°C.

Cómo llegar: la ciudad de Mendoza es una de las localidades con mejor conectividad aérea. Aerolíneas Argentinas y Austral cuentan con 48 vuelos semanales y LAN Argentina otros 26, sólo desde Buenos Aires. Además, el destino dispone de enlaces con Córdoba, Salta y la Patagonia, vía Sol Líneas Aéreas.

Dónde hospedarse: En la ciudad, Park Hyatt Mendoza: [email protected].

En Maipú, Esplendor Hotel Mendoza: (5411) 52175785.

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