Marzo comenzó con el cierre de los emblemáticos hoteles destinados al turismo social en Argentina: la Unidad Turística Chapadmalal y la Unidad Turística Embalse. La medida ya había sido anticipada por el gobierno nacional, y actualmente, preocupa el futuro de ambos complejos.
Las unidades turísticas están ubicadas estratégicamente en Chapadmalal, provincia de Buenos Aires—entre Mar del Plata y Miramar —, y en las pintorescas sierras de Embalse, en el Valle de Calamuchita, Córdoba.
Ambas, han sido un punto de referencia para el turismo popular desde su creación durante el gobierno de Juan Domingo Perón, concebidas como un impulso para garantizar el acceso a los sectores más vulnerados, convirtiéndose en símbolos de inclusión y recreación para generaciones de argentinos.
Aunque ahora sus puertas estén cerradas, el legado y la importancia de estos complejos turísticos perduran. Conocé qué pasará con el turismo social y con estos distintivos hoteles.
El futuro del Turismo Social en Argentina: qué pasará con Chapadmalal y Embalse
El turismo social en Argentina se ha tratado siempre de políticas y programas gubernamentales diseñados para brindar acceso a experiencias turísticas a sectores de la población que, por motivos económicos, no pueden acceder de otra manera.
En ese sentido, las Unidades Turísticas de Chapadmalal y Embalse permitían el disfrute del ocio y la recreación para todos los ciudadanos, independientemente de su nivel socioeconómico.
Cuando se cerraron, de inmediato comenzaron las manifestaciones en contra de esta medida. Varias organizaciones sociales y trabajadores del organismo que conducen Yanina Martínez y Daniel Scioli, resaltaron que la política de Javier Milei pone en riesgo más de 500 empleos.
La convocatoria de la marcha fuer para el pasado miércoles 6 de marzo, día en el que se dirigieron a las puertas de la Subsecretaría de Turismo de la Nación.
Qué dijo Daniel Scioli respecto al Turismo Social y al futuro de los hoteles
Además de la incertidumbre que generó el cierre de ambos complejos, también preocupaba otro asunto: su posible privatización.
Desde la Secretaría de Turismo de la Nación que está a cargo de Daniel Scioli, comunicaron en primer lugar que el cierre de los hoteles no será definitivo.
En realidad, pasarán por un proceso de modificaciones, en los que se deberán llevar a cabo licitaciones para la prestación de servicios de gastronomía y hotelería. De este modo, afirman su compromiso con garantizar la continuidad del turismo social.
Por otra parte, advirtieron que no se privatizarán los hoteles, manifestando que son considerados monumentos históricos y con edificios que son utilizados con propósitos públicos.
En ese marco, no descartan la posibilidad de asociarse con el sector privado para que se sigan potenciando ambos lugares: generando empleos en la zona y la promoción de eventos deportivos.
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