Los Antiguos es un pueblo ubicado en el noroeste de Santa Cruz, a tres kilómetros de la frontera con Chile y a orillas del lago Buenos Aires, llamado Chelenco por el pueblo originario Tehuelche.
Los Antiguos en Santa Cruz: estas son las razones por las que tenés que conocerlo
Para las vacaciones de invierno que se avecinan, les traemos las mejores razones para visitar Los Antiguos en Santa Cruz, un destino apto para toda la familia.
Para las vacaciones de invierno que se avecinan, les traemos las mejores razones para visitar el destino, que es apto para toda la familia y cuenta con grandes experiencias para vivenciar.
Capital Nacional de la Cereza
Los Antiguos es la Capital Nacional de la Cereza, y el entorno brinda un espectáculo natural cuando comienza septiembre y los cerezos en flor tiñen de blanco todas las chacras. Es desde diciembre y hasta principios de marzo cuando los visitantes pueden degustar las cerezas de calidad de exportación, estrella de la región.
El valle en el que se encuentra Los Antiguos es tan rico que el abanico de fruta fina que se produce es una clave para visitar cada establecimiento y probar la gastronomía que propone un recorrido de sabores y colores exclusivos. Así, visitar las chacras familiares para degustar sus productos frescos y elaborados es un muy buen plan de finde semana y Los Antiguos te lo ofrece.
Descanso y relax
El destino es ideal para aquellos turistas que buscan descansar y realizar actividades diferentes a la rutina diaria que se acostumbra en las grandes ciudades. Las propuestas para conocer la producción local y la vida en las chacras son para toda la familia, siendo los establecimientos pioneros la opción perfecta; mientras que quienes buscan aventura y actividades, podrán encontrar su lugar con la acción de la pesca deportiva en el río Jeinimeni, recorrer la costanera del lago Buenos Aires, realizar excursiones lacustres o visitar el Monte Zeballos.
Vale resaltar que en otoño el espectáculo es imponente, los colores intensos son el telón de fondo del ciclo de producción y, por supuesto, la localidad con su historia de viajeros en la región, tiene sus hospedajes y restaurantes abiertos todo el año, porque siempre es un buen momento para visitar Los Antiguos.
Cueva de las Manos
El profundo cañón del río Pinturas alberga el sitio arqueológico más importante de la Patagonia. En la denominada Cueva de las Manos ha quedado registrado el paso del hombre por la zona, plasmado en pinturas rupestres a lo largo de un período de casi diez mil años. La propuesta consiste en emular a nuestros antepasados y acceder al sitio por la huella que ellos supieron realizar en la antigüedad.
Para eso, se toma la Ruta 40, disfrutando de sus llamativos colores, guanacos y choiques, hasta conectar el hermoso camino de acceso al sitio, atravesando el Cañadón Caracoles hasta arribar al Centro de Visitantes y de Interpretación Cueva de las Manos.
Una vez allí y siguiendo los rastros de nuestros antepasados, se realiza, con un guía dispuesto a tal fin, un minitrekking para apreciar diferentes cuevas y aleros con una gran variedad de pinturas rupestres, manos en positivo y negativo, animales y símbolos de una antigüedad aproximada de casi 10.000 años.
Para informes, consultar con Chalenco Tours, empresa que ofrece salidas regulares todos los días impares del 15 de noviembre al 15 de abril.
Capillas de Mármol
Las capillas de Mármol son una formación única en el mundo. El vertiginoso camino tomado en la excursión, en parte de cornisa, atraviesa la cordillera, recorre la costa sur del lago y la transición de la estepa al bosque andino patagónico, para luego sumarse a una exclusiva navegación hasta las Capillas de Mármol.
Allí, los turistas podrán conocer cómo se formaron, tomar panorámicas y avistar el monte San Valentín (4.058 m.) y los principales cerros del Campo de Hielo Norte.
La ruta escénica al oeste de la 40
El camino del Zeballos, como se lo conoce localmente, corre paralelo a la Ruta 40 y nace a principios del siglo pasado como una vieja huella fronteriza para comunicar la zona de Los Antiguos con las estancias ubicadas hacia el sur.
Hoy en día es un camino que fascina a los visitantes por su escenario geológico y paisaje cambiante, discurre entre las áreas protegidas del Parque Patagonia argentino y chileno, ofreciendo un espectáculo de fauna incomparable.
Como particularidad del recorrido, es el camino más alto de Patagonia, una maravilla con sucesión de ambientes y paisajes hasta llegar al portezuelo. Allí se avistan cóndores, se conoce el monte San Lorenzo (3.706 m.), se vislumbran los diques basálticos y los conos de arenisca, además de troncos petrificados y fósiles marinos.
Parque Nacional Patagonia
Con la creación de esta área protegida, la Administración de Parques Nacionales (APN) incorporó un tipo de ambiente que no se encontraba representado, las mesetas de altura santacruceñas, y con ella la protección de una importante reserva hídrica para las localidades linderas.
Su riqueza arqueológica asombra por su gran cantidad y variedad, conforma en sí misma un conjunto de valores histórico-culturales de inigualable esplendor unidos a los valores de la cercana Cueva de las Manos. Sus paisajes muestran una gran cantidad de conos volcánicos, extensas mesetas escalonadas, cañadones y vastas llanuras con extensos pastizales entre innumerables rocas volcánicas.
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