Patagonia: conoce la emotiva historia por la cuál se celebra el Día Nacional de la Ballena Franca Austral.
Se trata de una conmovedora historia en la que la comunidad del poblado que se halla dentro de la Península Valdés se unió para ayudar a "Garra", una ballena juvenil. Te contamos cómo y porqué a continuación.
Patagonia: el Día Nacional de la Ballena Franca Austral y la historia de "Garra"
El 25 de septiembre de 2002 la traviesa Garra, una curiosa ballena franca que se encontraba en la bahía de Puerto Pirámides tuvo un accidente que logró convertir este día en una fecha importante: el Día Nacional de la Ballena Franca Austral.
La ballena se enredó con las cadenas de un catamarán. En ese entonces, los guías y buzos hicieron todo lo posible para ayudarla a desenredarse, sin éxito, ya que les resultaba imposible acceder a las cadenas desde abajo del agua.
Por lo tanto, procedieron a vararla intencionalmente para así poder cortar las cadenas. Este gran acto contó con la ayuda de gran parte de la comunidad que se unió para ayudarla durante todo un intenso día.
Cuando finalmente lo lograron, se ocuparon de mantener fresco a Garra hasta que la marea estuviera alta. Esto ocurrió finalmente al atardecer, que es cuando pudo volver nuevamente al agua.
Por qué la ballena recibió el nombre de "Garra"
La ballena franca que fue rescatada y que se transformó en la razón por la que se conmemora el Día Nacional de la Ballena Franca Austral recibió el nombre de Garra gracias a su enorme fortaleza durante las maniobras de rescate y por la mancha blanca que tiene en su lomo.
Se cree que la juvenil se separó de su madre, con la que generalmente pasan su primer año. Las ballenas francas son curiosas por naturaleza. Y en este caso, fue lo que pudo haber provocado su muerte, en una situación inquietante que finalmente fue resuelta gracias al esfuerzo de la comunidad.
A lo largo de toda esta desesperante jornada, fueron cada vez más y más las personas que colaboraron para tratar de mantener viva a Garra. Luego de que se lograra asistirla, se turnaron para arrojar agua sobre el animal.
Por momentos las esperanzas de que lograra sobrevivir, disminuían. De todos modos, ellos no dejaron de esforzarse hasta que el agua la cubrió y de a poco volvió a reestablecerse, moviendo la cola y respirando más activamente.
¿Qué ocurrió luego con Garra?
Ese día, fue un antes y un después tanto para Garra como para la comunidad que quedó marcada por esta conmovedora historia. En 2006, durante un 21 de septiembre, Garra regresó a Puerto Pirámides y fue reavistada.
En este caso, volvió como un macho juvenil que participaba de los grupos de cópula y fue reconocido por su característica mancha blanca en forma de zarpazo y por las cicatrices permanentes de las cadenas.
Aún así, este tampoco fue el final de la historia. Garra dejó un mensaje permanente con su inolvidable suceso: la responsabilidad colectiva en el cuidado de la fauna marina.
La comunidad de Puerto Pirámides fue reconocida por su notable desempeño, a partir del cual se sancionó en toda Argentina el 25 de septiembre como el Día Nacional de la Ballena Franca Austral.
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