Un derrotero distinto en busca de las recetas de la cocina salteña que nos impulsan a agudizar el sentido del gusto, a escuchar los secretos de cada comida y a oler e intentar distinguir sus ingredientes.
La mesa está servida y estos son los platos que vamos a probar:
EMPANADAS SALTEÑAS.
Como toda gran ciudad, la capital reúne una amplia oferta de todos los platos típicos de la provincia distribuidos en cinco polos gastronómicos: Paseo Balcarce, Paseo Güemes, Paseo de los Poetas, la plaza 9 de Julio y la Plazoleta Isabel La Católica.
Pero comenzamos el circuito gastronómico por una de las estrellas del Norte y del país entero: las empanadas. Aquí son de carne cortada a cuchillo y como ingredientes secretos utilizan el comino y la papa. Para cocinar es indispensable usar grasa.
PASTEL DE QUÍNOA.
El norte andino se caracteriza por su clima extremo y su difícil acceso, lo que ha generado que se mantenga intacta la identidad del pueblo.
Allí son frecuentes las papas andinas, la quínoa y las aromáticas (cedrón, albahaca, poleo, etc.).
En Iruya, por ejemplo, habrá que probar el guiso de quínoa, el cual se debe lavar siete veces antes de utilizarlo. Se suele hervir con lecha y servir con carne picada, morrones y cebolla.
GUASCHALOCRO.
Un poco más ligero que el locro tradicional, este plato es rico en ingredientes y sabores. Lo ideal es degustarlo en invierno que es la época de los zapallos, el elemento estrella del plato.
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