Con tan solo unos días disponibles que ofrece la Semana Santa, muchos optan por hacer escapadas breves pero significativas, en las que relajarse es prioridad. Para quienes se encuentran en la Ciudad de Buenos Aires, las opciones para disfrutar sin gastar de más abundan a pocos kilómetros.
Semana Santa: 3 pueblos cercanos a la Ciudad de Buenos Aires para unas escapadas low cost
Semana Santa es ideal para huir de la rutina. Sin alejarse tanto de la Ciudad de Buenos Aires, existen pueblos perfectos para unas escapadas de fin de semana.
Semana Santa: conocé tres pueblos cercanos a la Ciudad de Buenos Aires para disfrutar este fin de semana largo.
Te proponemos tres pueblos cercanos que combinan tranquilidad, cultura y precios accesibles, para que planees una salida low cost esta Semana Santa. Ya sea que te atraigan las caminatas por calles de adoquines, la gastronomía casera o las ferias artesanales, estos destinos ofrecen planes sencillos y auténticos para una miniaventura que no requiere grandes presupuestos ni largas planificaciones.
1. Un fin de semana de descanso en Tapalqué
A menos de cuatro horas en auto desde la Ciudad de Buenos Aires, Tapalqué emerge como una joya oculta en el corazón de la provincia, ideal para quienes buscan una escapada tranquila y económica esta Semana Santa.
Este pintoresco pueblo, cabecera del partido homónimo, brinda todo lo necesario para distenderse y regresar con las energías recargadas a la rutina. Uno de los principales encantos del lugar es su costanera, que acompaña el recorrido del arroyo Tapalqué a lo largo de más de diez kilómetros. Rodeado de álamos y sauces, este paisaje es perfecto para tender una manta bajo la sombra y escuchar el sonido del agua y los pájaros.
Otro gran atractivo del pueblo son las Termas de Tapalqué, un complejo desarrollado por la comunidad local sobre un predio de 17 hectáreas, rodeado de árboles y espacios verdes. Allí, las personas pueden sumergirse en piscinas con aguas termales, conocidas por sus propiedades terapéuticas, y relajarse en un entorno sereno y cuidado.
Para los amantes de la gastronomía, en el límite entre Tapalqué y Azul, la antigua Pulpería San Gervasio aún conserva la esencia de la época de las carretas y las postas rurales. Fundada alrededor de 1850, esta construcción histórica se mantiene intacta y hoy invita a los visitantes a probar picadas caseras, descubrir artesanías locales y viajar en el tiempo entre paredes que atesoran relatos del pasado.
2. La Semana Santa en Cazón, el pueblo del millón de árboles
Cazón se revela como un destino más que recomendado para una escapada de fin de semana con bajo presupuesto. Este pequeño pueblo del partido de Saladillo tiene menos de 300 habitantes y es reconocido como el "pueblo del millón de árboles" por una razón poderosa: su imponente Vivero Municipal Eduardo L. Holmberg, un pulmón verde de 210 hectáreas donde crecen más de un millón de ejemplares arbóreos.
Además del vivero municipal, hay otros espacios de producción de plantas, antiguos hornos de carbón a leña que remiten al pasado productivo del lugar y hasta un parque solar que refleja una mirada hacia el futuro sustentable.
El pueblo ofrece también un parque recreativo y de la salud, perfecto para quienes disfrutan del aire libre, y una base de campamento con parque de aventuras, ideal para quienes buscan una experiencia diferente en contacto directo con el entorno natural.
Durante los fines de semana, uno de los recorridos más encantadores es el del Paseo de los Emprendedores, donde los productores locales ofrecen desde alimentos frescos hasta artesanías y plantas.
La experiencia puede completarse con visitas al tambo modelo Pasturas de Cazón, donde se conoce el proceso de producción lechera, o con una propuesta gastronómica especial en El Banquete del Bosque.
3. Capilla del Señor: un pueblito encantador a menos de 100 km. de Buenos Aires
Capilla del Señor se presenta como una opción muy accesible para una escapada de Semana Santa, a tan solo 82 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Considerado uno de los pueblos más antiguos de la provincia, este destino del noreste bonaerense seduce con su impronta colonial: calles empedradas, casas bajas con rejas de hierro forjado, faroles antiguos y una atmósfera apacible que invita a caminar sin prisa.
Rodeada por localidades como San Antonio de Areco, Pilar y Zárate, Capilla del Señor combina historia, tranquilidad y una estética pintoresca ideal para desconectar sin alejarse demasiado, pero abandonando el ajetreado ritmo porteño.
El casco histórico del pueblo guarda tesoros arquitectónicos que narran el paso del tiempo. Entre ellos se destaca la Iglesia Parroquial, cuya torre con reloj y campanario domina el paisaje desde 1866. La estación de tren, con su alero de época y tanque de agua, remite a los años dorados del ferrocarril, cuando la lana de oveja producida por los estancieros de origen irlandés se enviaba desde allí al puerto de Buenos Aires.
A su vez, la elegante Casa Miralejos, con su distintiva torre-mirador y materiales traídos del exterior, refleja el espíritu emprendedor de las familias que dieron forma al pueblo a comienzos del siglo XX.
Capilla del Señor también invita a explorar su faceta cultural. El Museo del Periodismo Bonaerense, ubicado en la antigua sede del primer semanario rural de la provincia, ofrece un viaje a los inicios de la prensa en el interior bonaerense. Allí se conserva la imponente máquina “Marinoni” con la que se imprimía “El Monitor de la Campaña”, fundado en 1871.
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