Vacaciones: 5 destinos de Cuba que no deberías pasar por alto en tu visita

Las tierras cubanas invitan a explorar un mundo complejo y cautivador. Si estás planeando una escapada al corazón de este tesoro caribeño, te proponemos cinco imprescindibles para conocer lo mejor de Cuba.

1. La Habana, una reliquia cultural de Cuba

Caminar por La Habana es sumergirse en una película viva. Su casco histórico, con calles adoquinadas y fachadas coloridas que gritan historia, está cargado de contradicciones fascinantes.

Por un lado, podés encontratre con íconos de la revolución y de la cultura cubana como el Malecón, la Giraldilla o la Plaza de la Revolución; por el otro, una vida cotidiana que fluye entre autos clásicos de los años 50, músicos callejeros, niños jugando a la pelota y abuelos que te invitan a una partida de dominó con la misma pasión que a un debate sobre la vida.

La ciudad tiene una energía única. Hay algo en el aire, quizás esa mezcla de salitre, música y tabaco, que te envuelve desde el primer momento. Se aconseja no pasar por alto sus museos, disfrutar de un show en un cabaret tradicional, o simplemente perderte por sus callecitas mientras descubrís murales, ritmos espontáneos y personajes inolvidables.

Subirte a un auto antiguo para recorrer el Malecón al atardecer es uno de esos lujos que solo La Habana puede regalarte.

2. Una de las playas más famosas del Caribe está en Cuba: Varadero

A menos de dos horas de La Habana y a solo 36 km. de Matanzas, Varadero resalta como una de las joyas más preciadas del Caribe. Este paraíso costero, posee 30 km. de los cuales 22 son pura playa para disfrutar de aguas turquesas y arenas muy suaves.

La famosa Playa Azul no solo enamora por su belleza, sino también por su historia: en el siglo XIX ya era el destino favorito de la elite cubana, y más tarde de los turistas norteamericanos.

Varadero no es solo relax y mojitos bajo la sombrilla. Si te gusta la aventura, podés visitar Cayo Blanco, sumergirte en las impresionantes Cuevas de Bellamar o elegir alojarte en una casa particular para vivir la experiencia cubana desde adentro.

La zona hotelera tiene opciones para todos los gustos, desde lujosos resorts hasta alojamientos con alma local. Y si buscás una noche con ritmo, la movida nocturna no se queda atrás: bares, música en vivo y una energía festiva que te invita a brindar y celebrar.

3. Viñales: naturaleza y tradición para descubrir

Al oeste de la isla, en pleno Valle de Viñales, aguarda otro paisaje que vale la pena explorar. Montañas redondeadas llamadas mogotes, plantaciones de tabaco y una atmósfera rural que invita a bajar un cambio.

Este rincón declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es un destino ideal para quienes buscan desconexión y contacto directo con la naturaleza.

Viñales tiene de todo: el espectacular Mirador de los Jazmines, la colorida obra del Mural de la Prehistoria, y un conjunto de cavernas sorprendentes como la Cueva del Indio, la Gran Caverna de Santo Tomás o el Palenque de los Cimarrones.

También podés visitar plantaciones de tabaco como la Casa del Veguero y aprender cómo se enrollan los famosos puros cubanos. Sumale un paseo por su mercado artesanal, una cabalgata al atardecer y una visita al pueblo de Los Acuáticos para terminar de enamorarte del Viñales más auténtico.

4. Cayo Santa María, una joya de los Jardines del Rey

Imaginate recorrer una ruta sobre el mar durante casi 50 km, rodeado de un paisaje virgen y turquesa hasta llegar a un cayo de arenas blancas y aguas tranquilas. Así es la experiencia de llegar a Cayo Santa María, uno de los destinos más soñados del archipiélago cubano.

Este cayo forma parte de las Cayerías del Norte y se accede por el famoso Pedraplén, una obra de ingeniería que atraviesa la Bahía de Buena Vista.

Con 10 kilómetros de playas dignas de postal, este paraíso es ideal para descansar a puro lujo o bien explorar su faceta más natural. En su extremo sur, la biodiversidad te regala la posibilidad de hacer turismo ecológico en áreas protegidas.

Hoteles de primer nivel conviven con una infraestructura pensada para cuidar el entorno, lo que convierte al Cayo Santa María en un destino completo, donde el relax no está reñido con la sostenibilidad. Perfecto para una luna de miel, una escapada romántica o simplemente para resetear cuerpo y alma.

5. Trinidad: un viaje al corazón colonial de Cuba

Trinidad es uno de esos lugares que parecen haberse detenido en el tiempo. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta ciudad del centro de Cuba conserva su arquitectura colonial como pocas en el mundo.

Calles empedradas, casas de techos de tejas y balcones de madera color pastel te dan la bienvenida a un viaje al pasado, con el ritmo cálido del presente cubano.

No te podés perder la Plaza Mayor, el Museo Romántico, ni las iglesias que se reparten en el centro histórico. Además, a pocos kilómetros está el Valle de los Ingenios, con sus antiguos ingenios azucareros y miradores que te ofrecen vistas inolvidables.

Y si sos de los que no pueden resistirse al mar, la Playa Ancón está muy cerca y es ideal para combinar historia con relax. Trinidad te invita a vivir Cuba con los cinco sentidos: suena a trova, huele a café y tabaco, y se siente como un abrazo que no se olvida.

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