Sobre el valle inferior del Río Chubut, en diferentes localidades de la provincia homónima, irrumpe la fisonomía de estos templos. Los colonos galeses que se asentaron en la Patagonia en 1865 fueron quienes los construyeron, para practicar su fe y mantenerse unidos.
Las capillas galesas supieron ser centros neurálgicos para el desarrollo de las comunidades de inmigrantes, quienes llegaron a este paisaje por entonces inhóspito. Hoy en día, mantienen su vigencia como patrimonio cultural ofreciendo visitas al público general.
Circuito de las Capillas en Chubut: de Rawson a 28 de Julio
Este circuito se suma a la amplia gama de ofertas turísticas de la provincia de Chubut, con el diferencial de que se centra en su riqueza cultural e histórica, distinguiéndose de las célebres atracciones naturales de la zona.
Para conocer las 16 capillas galesas, se deben visitar las localidades de Rawson, Trelew, Gaiman y Dolavon, recorriendo un total de 80 km. Cada una de estas ciudades tiene su encanto particular y, si bien se estima que el circuito toma una jornada, probablemente quieras quedarte más tiempo.
Las capillas protestantes que integran la propuesta, con sus típicos nombres galeses, son: Ricardo Berwyn, Tabernacl, Bethlehen, Bethel Nueva, Bethel Vieja, Salem y Seion (en Gaiman); Bryn Crwn, Bethesda, San David, Carmel, Bethel y Ebenezer (en Dolavon); Glan Alaw, Nazareth y Moriah (en Trelew).
La fascinante historia detrás de las capillas de Chubut
Las capillas construidas por los galeses en la provincia tienen un aspecto particular. La mayoría de ellas tienen por base una estructura de madera, paredes de ladrillo y techo de chapa. Sin embargo, algunas (como la capilla Salem) fueron hechas íntegramente de chapa.
En su interior se encuentra una nave única donde se realizan los oficios religiosos hasta el día de hoy. Alrededor de esta puede haber dependencias externas, incorporadas posteriormente para usos varios.
Estas casillas fueron levantadas por los inmigrantes recién llegados de Gales para practicar su fe, recordar su tierra y forjar sentido de comunidad. Ahora son parte del patrimonio cultural de Chubut y abren sus puertas a visitantes de todo el país.
Tomá el té en una de las capillas de Chubut
Las capillas son una atracción imperdible todo el año, pero especialmente en julio. Dado que el 28 de julio es feriado provincial en Chubut porque se conmemora la llegada de los colonos, algunos de los templos ofrecen a los visitantes disfrutar del típico té galés allí mismo.
Los bancos hacen las veces de mesas para esta jornada única, y las congregaciones elaboran recetas tradicionales pasadas de generación en generación.
Originalmente, la ceremonia del té se celebraba luego de los oficios, cuando las familias se reunían en un salón contiguo a la capilla llamado "vestry". Allí compartían los platillos caseros y discutían las novedades de la comunidad.
El té gales suele incluir rebanadas de pan casero, dulces y mermeladas, scons, tartas y, cómo no, la legendaria torta galesa. La infusión de té negro en hebras se sirve en teteras de porcelana, cubiertas con coloridos abrigos de lana para que no se enfríe.
Algunas de las capillas que ofrecen este servicio son la Capilla Vieja Bethel, la Bedestha, la Capilla Seion de Bryn Gwyn, la Capilla de Bryn Crwn y la Capilla Salem.
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