Nápoles es un destino bello, repleto de vida y con una magia única, que debería formar parte de cualquier recorrido por Italia.
Desde el encanto de su paseo marítimo con la silueta del Vesubio hasta el centro histórico con la belleza de sus construcciones, a cada paso hay algo por conocer.
Lugar de encuentro de varios pueblos a lo largo de la historia, Nápoles está repleta de tesoros artísticos y arquitectónicos, pero también llena de vida, sabor y diversión.
¿Te tentaste? Te contamos cuáles son los 5 imperdibles que deberías conocer si vas a esta ciudad de Italia.
1. Tour por el centro histórico de Nápoles
El centro histórico de Nápoles, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, invita a recorrer sus calles para detenerse en plazas, monumentos y castillos.
Allí se puede descubrir la esencia de la ciudad y sus más de 27 siglos de historia, desde los primeros asentamientos griegos en el 470 a. C.
Desde entonces, este importante puerto del Mediterráneo fue dominado por el Imperio Bizantino, los normandos, angevinos y españoles cuando por dos siglos fue la capital del reino de los Borbones y floreció como una de las mayores ciudades de Europa.
Entre los imprescindibles para conocer, está la plaza del Plebiscito, uno de los símbolos de Nápoles, donde hay que apreciar el imponente Palacio Real, residencia histórica de los virreyes españoles con pintorescos jardines; y la Biblioteca Nacional Vittorio Emanuele III.
También hay que visitar la basílica de San Francisco de Paula, uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura neoclásica en Italia, con magníficos interiores y su icónica columnata.
Fundado en 1737, otro imperdible es el Teatro San Carlo, el teatro de ópera más antiguo del mundo que sigue en funcionamiento.
El Ayuntamiento de Nápoles, el Castillo Nuevo (siglo XIII) con su apasionante historia, la lujosa Galería Umberto I y la Catedral Santa Maria Assunta son otros de los muchos sitios que no pueden faltar en este recorrido.
2. El alma de la ciudad en Spaccanapoli
Para conocer el verdadero espíritu de Nápoles hay que dedicar un buen tiempo a pasear por Spaccanapoli.
Se trata de una calle estrecha y recta que atraviesa el centro histórico dividiendo a la ciudad en dos. Esta emblemática calle es de las más antiguas, transitadas y caóticas de Nápoles.
Allí hay bares, pizzerías, tiendas de souvenirs y muchos turistas que pasean por la zona.
Cada paso es una foto: la ropa tendida en las ventanas, pequeños altares en las paredes, grafitis, murales que retratan el amor de esta ciudad por Maradona, basura, motos circulando de manera inverosímil entre la gente en un ambiente ruidoso y pintoresco.
En un colorido mercado al aire libre se puede encontrar desde artesanías hasta productos locales frescos como frutas y pescado.
Otro punto obligado es la Via San Gregorio Armeno, que atraviesa Spaccanapoli, célebre por sus tiendas de pesebres, desde tradicionales hasta los más originales.
El recorrido por Spaccanapoli permite también conocer numerosos lugares de interés histórico como palacetes y unas 15 iglesias. Entre éstas destacan la iglesia barroca de Gesù Nuovo, con su fachada de piedra volcánica; la capilla Sansevero con su famosa escultura del Cristo Velato; la Basílica de San Lorenzo Maggiore y el complejo monumental de Santa Clara.
3. Un paseo frente al mar en Nápoles
Nápoles fue a través de los siglos un importante puerto, por eso caminar por el Lungomare, su paseo marítimo de 3 km. frente al golfo con el imponente Vesubio y las islas de Capri, Ischia y Procida como telón de fondo, es uno de los imperdibles.
Allí hay restaurantes y cafeterías con vista al mar; y tanto los locales como los visitantes pasean, hacer ejercicio y se relajan en un escenario de gran belleza.
A lo largo de este paseo también se encuentran destacados monumentos y esculturas, como la Fuente del Gigante, el Monumento a Víctor Manuel II y la estatua de Pulcinella, máscara muy ligada a la cultura popular de la ciudad con una interesante historia.
El Castel dell'Ovo, uno de los sitios más emblemáticos de Nápoles, está en una isla frente al Lungomare a la que se accede por un puente peatonal.
Dependiendo de la época del año, también es posible disfrutar de playas públicas y privadas con todos los servicios para aprovechar el sol y el mar.
4. La asombrosa Nápoles subterránea
Un recorrido por el corazón de Nápoles no está completo si no se conocen las entrañas de la ciudad. Se trata de uno de los laberintos de túneles, cuevas y cisternas más grandes del mundo y sin lugar a dudas entre los más sorprendentes.
Los túneles fueron creados por los griegos como depósitos subterráneos de agua y ampliados por los romanos al extraer roca para la construcción de la ciudad.
Durante la Segunda Guerra Mundial sirvieron de refugio para resguardarse ante los constantes bombardeos y hoy se encuentran entre los principales atractivos turísticos.
Desde la basílica Santa María de la Pietra Sagrada se puede descender unos 35 m. bajo tierra para admirar un acueducto de época griega, la antigua cisterna y la Piscina del Príncipe, entre otros.
Los estrechos túneles y extensas salas subterráneas, algunas de las cuales se recorren a la luz de velas o linternas, conforman casi una ciudad paralela bajo las iglesias, palacios y calles de Nápoles.
Allí hay restos arqueológicos, murallas, termas, calles y túneles excavados durante siglos, ruinas monumentales e impactantes catacumbas.
Las catacumbas de Nápoles son un impresionante sitio para descubrir. Entre las varias que pueden visitarse sobresalen las catacumbas de San Genaro, santo patrono de la ciudad, con 5.600 m2 excavados en la colina de Capodimonte en dos niveles superpuestos.
5. La increíble Pompeya y el Vesubio
Nápoles es una ciudad bella e interesante, pero la zona donde se encuentra también cuenta con importantes atractivos que el viajero puede conocer en excursiones de día completo.
El principal de ellos es la ciudad de Pompeya, que quedó detenida en el tiempo cuando fue sepultada por la lava y las cenizas del volcán Vesubio el 24 de agosto del 79 d.C. Así, se formó uno de los yacimientos arqueológicos más destacados del mundo.
Allí se puede apreciar edificios como el foro, las termas o el teatro, además de encontrar impactantes testimonios de la vida cotidiana en la región hace casi 2.000 años.
Uno de los puntos más curiosos es el burdel de Pompeya, donde se han encontrado pinturas con diferentes posturas sexuales.
Pompeya se encuentra a unos 40 minutos de Nápoles y algunas de las excursiones que llevan a conocerla incluyen también una subida al Vesubio que se realiza a pie en un camino de aproximadamente media hora.
¿Cómo llegar a Nápoles?
ITA Airways, la aerolínea de bandera italiana, vuela desde Buenos Aires a Roma y desde allí conecta con más de 14 destinos de Italia, entre ellos Nápoles.
La aerolínea brinda una experiencia auténticamente italiana a lo largo de todo el viaje: desde el diseño de los interiores de cabina y los uniformes de su tripulación, hasta su gastronomía con la firma de reconocidos chefs italianos.
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