Hay diferentes modos de recorrer San Telmo, un barrio de Buenos Aires que encanta tanto turistas y a locales por su variedad de propuestas tanto para visitar en familia con amigos o en pareja. Te mostramos 3 circuitos temáticos distintos para descubrir el barrio, a través de su gastronomía, historia y arte.
1. Circuito histórico de San Telmo
La Plaza Dorrego es el corazón del barrio y un imperdible de Buenos Aires muchos de los caserones del siglo XIX que la rodean fueron reciclados y transformados en cafés, restaurantes y negocios.
La reconocida feria de anticuarios del barrio se instala en la Plaza Dorrego cada domingo y es el primer imperdible que tenes que recorrer. Si la intención es conocerla, entonces hay que llegar temprano a la intersección de Defensa y Chile, que será sin lugar a dudas el punto de partida perfecto para visitar San Telmo.
El Museo Histórico Nacional es otro de los lugares que te recomendamos visitar si estas en Buenos Aires. El Museo abre sus puertas para contarle a quienes lo visitan los puntos de referencia clave en la narrattiva de la historia nacional. A través de salas temáticas, objetos y soportes audiovisuales nos adentramos en los distintos periodos económicos y sociales de Argentina.
- La Iglesia Ortodoxa Rusa,
- El Parque Lezama
- El Zanjón de Granados
- Los pasajes San Lorenzo y Giuffra
Completan un itinerario histórico básico para recorrer en un tiempo aproximado de 3 a 4 horas.
2. Circuito Gastronomía de Buenos Aires
El Mercado de San Telmo es un clásico gastronómico de Buenos Aires de su función de abasto de frutas, verduras y carnes a las galerías y pasillos con locales de venta de ropa de segunda mano, las casas de anticuarios y a esa variedad también se incorporó un polo gastronómico variado con una de las mejores cafeterías de especialidad de Buenos Aires.
Muy cerca de allí, hay dos parrillas recomendables por distintos motivos: La Brigada frente al mercado es una opción gastronómica premium, ideal para que los turistas con espíritu foodie disfruten de la mejor calidad de la carne argentina.
La parrilla El Desnivel es líder indiscutida en sándwiches de carne (vacío, choripán, bondiola) o su clásico indiscutido: el provopan.
Quienes gusten de la gastronomía española y de bodegón con calidad y productos de primera, hay varias alternativas para recomendar: Café San Juan, El Casal de Cataluña y el bodegón El Refuerzo son 3 alternativas bien distintas pero muy recomendables cada una en su especialidad.
Sagardi es otro reconocido restaurante de cocina vasca (pinchos y tapas).
Finalmente sobre la calle Chile al 300 una docena de bares y restaurantes de minutas ofrecen la mejor combinación de cervezas artesanales, hamburguesas, picadas y más.
3. Circuito de arte en San Telmo, Buenos Aires
El Museo de Arte Moderno (MAMBA) y el Museo de Arte Contemporáneo (MACLA) de Buenos Aires son dos clásicos indiscutibles e ineludibles en la visita a San Telmo. Se localizan sobre la Avenida San Juan al 300 y son un espacio perfecto para conocer los principales referentes del arte moderno argentino.
El MAMBA tiene una muy buena extensión de visitas guiadas, cursos, completa librería y café y un programa de exposiciones de alta calidad y proyección internacional.
Por otra parte, el Pasaje Defensa (San Juan y Defensa) más conocida como La Casa de los Ezeiza es una gran casona de dos plantas, construida circa 1880. Fue residencia de la familia Ezeiza, una distinguida familia de la Ciudad.
La casa tiene habitaciones que convergen a una galería lateral y tres patios: el Patio del Tiempo, el Patio del Árbol y el Patio de los Ezeiza. En 1981 se transformó en galería comercial dedicada a la venta de antigüedades, indumentaria, cuadros, recuerdos, etc.
En esta línea además de la Feria de anticuarios, el mercado y las galerías hay varios selectos locales de anticuarios que vale la pena entrar a conocer. El orfebre Juan Carlos Pallarols es uno de los exponentes más destacados en el trabajo de platería de Argentina al mundo.
Por último, La galería Solar de French se localiza frente a la plaza se encuentra Dorrego, aquel mítico punto de encuentro donde en la Semana de Mayo los revolucionarios repartieron cintas identificatorias con los futuros colores de la bandera nacional. Hoy es una hermosa galería de arte y diseño y forma parte del circuito clásico de San Telmo.
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