Cuando los días frescos toman protagonismo, muchos buscan reconectar con el bienestar y volver con energías recargadas a la rutina. Y en el norte argentino, existen termas que comparten un don casi mágico que vale la pena descubrir durante las vacaciones de invierno.
Vacaciones de invierno: estas son 3 termas del norte argentino que deberías visitar
Escapate al placer: en estas vacaciones de invierno 2025, descubrí tres termas del norte argentino donde el relax y la naturaleza se encuentran cara a cara.
Vacaciones de invierno: conocé tres termas del norte argentino que son ideales para tomarse un merecido descanso.
Algunos de estos paraísos se ocultan entre quebradas y montañas, otros se manifiestan como verdaderas ciudades spa, donde cada rincón emana vapor y salud.
1. Las Termas de Reyes: un refugio de bienestar entre los cerros de Jujuy
A menos de 20 kilómetros de San Salvador de Jujuy, las Termas de Reyes ofrecen una escapada ideal para quienes buscan descanso, silencio y conexión con la naturaleza.
Enclavadas en una quebrada majestuosa, las piscinas de aguas termales invitan a sumergirse mientras se contemplan los colores cambiantes del paisaje.
El complejo cuenta con un hotel spa y cabañas para quienes quieran prolongar su estadía. También es posible hospedarse en las cercanías, como en el pueblo de Yala, que ofrece opciones de camping, hosterías y alojamientos rurales.
Para quienes se trasladan sin vehículo, la línea 38 de la empresa Santa Ana permite llegar cómodamente desde la capital jujeña. Estas termas son ideales para quienes buscan un entorno tranquilo, con servicios de calidad y un contacto profundo con el entorno natural.
2. Termas de Río Hondo: la ciudad spa de Santiago del Estero
Si buscas un lugar aún más completo, en el corazón de Santiago del Estero, Termas de Río Hondo se presenta como la ciudad termal más importante del país y de Latinoamérica.
Con una extensión de 12 kilómetros de napa mineralizada, aquí no hace falta ir a un complejo para disfrutar de aguas curativas: la ciudad entera es un spa natural.
Los hoteles, campings y establecimientos privados están conectados directamente con las fuentes termales subterráneas, por lo que en cada baño, ducha o piscina se puede sentir el efecto relajante del agua caliente y mineralizada.
En la ciudad, también hay propuestas para disfrutar al aire libre, como paseos en bicicleta, karting y cabalgatas. Ubicada a 73 kilómetros de la ciudad de Santiago del Estero, es fácilmente accesible por la Ruta Nacional 9 y está preparada para recibir visitantes durante todo el año.
3. Termas del Jordán: aguas termales turquesas en plenas yungas de Jujuy
Para quienes buscan una experiencia más salvaje y aventurera, las Termas del Jordán son un verdadero tesoro escondido en las yungas de Jujuy.
Ubicadas dentro del Parque Nacional Calilegua, cerca del pueblo de San Francisco, estas termas naturales forman piletones de agua turquesa en medio de una vegetación exuberante.
Llegar no es fácil: desde la Ruta 83 se accede a través de una caminata exigente de unas dos horas y media de bajada y más de tres horas para el regreso. El sendero, de dificultad media a alta, solo puede hacerse con guías locales, que se contratan en la oficina de turismo de San Francisco.
Además, es importante tener en cuenta que estas termas solo pueden visitarse entre mayo y diciembre. Durante el verano, las lluvias provocan la crecida del río Jordán, cubriendo completamente los piletones y haciéndolos desaparecer hasta la próxima temporada.
Las aguas tienen una temperatura promedio de 30 ºC y permiten nadar y relajarse en un entorno absolutamente único. Los piletones varían en profundidad y están rodeados de una vegetación frondosa que parece sacada de una película.
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