Por qué comemos locro los feriados del 25 de mayo

Por Mariela Onorato

Si bien el locro es un clásico de los feriados patrios, tiene orígenes indoamericanos, y entre sus ingredientes también se detectan marcas de la gastronomía española, que introdujeron los conquistadores y permanecen hasta el presente.

Es un plato que nos llega de las provincias del Noroeste y de Cuyo, y que luego se extendió por todo el territorio nacional, adoptando distintas versiones de acuerdo con la cultura y los insumos que ofrece cada zona.

Cuenta la historia que su nombre deriva del luqru o rucru que preparaban los quechuas, y que con su llegada, los conquistadores españoles introdujeron el ganado vacuno y así fue como se le empezó a agregar carne, achuras, chorizo colorado. Por eso el locro que conocemos hoy en día es un ejemplo de sincretismo.

Por qué comemos locro los feriados del 25 de mayo

El locro se transformó en uno de los platos nacionales durante las batallas por la Independencia. Más tarde, comenzó a servirse masivamente los 25 de mayo en organismos públicas como escuelas, municipalidades y regimientos. Desde entonces se ha convertido en una tradición nacional.

En la actualidad, el 1° de mayo Día del Trabajador, el 9 de julio y otras fechas patrias, el locro se convierte en el protagonista de la mesa de los argentinos.

Gastronomía: distintas versiones del locro

Hay quienes lo preparan con maíz, otros con porotos, con mandioca o con trigo. De hecho, tienen variantes como el huaschalocro, que lleva choclo.

Asimismo, se consume en toda la zona de la cordillera de los Andes, desde Argentina y el norte de Chile, hasta Colombia, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú.